La Agencia Estatal de Meteorología mantiene activada desde ayer lunes la alerta del aviso amarillo por fuertes vientos y por el mal estado de la mar, especialmente entre islas en todo el Archipiélago canario.

El viento se ha venido incrementando desde la noche del pasado lunes, con rachas por encima de los 70 kilómetros por hora en la zona de medianías, cumbres y las costas del este y oeste de las islas. La marca del día la ponía San Bartolomé de Tirajana, con una racha de 106 kilómetros por hora a las 16.10. También en el aeropuerto de Gran Canaria se registraban velocidades de 89 kilómetros por hora, mientras en el recinto de Guacimeta, Lanzarote, y en Fuerteventura se repetían con idéntica intensidad.

Hasta el próximo miércoles al mediodía estará en vigor este aviso amarillo de la AEMET por vientos y fenómenos costeros. Así, habrá mar gruesa en la totalidad del Archipiélago excepto en el norte de Gran Canaria, de La Palma y al oeste de El Hierro, con un oleaje que puede llegar a los dos metros de altura.

De momento los incidentes por el mal tiempo ayer lunes son leves, como la caída de unas piedras en Valsequillo y en Pozo Izquierdo -Santa Lucía-, municipio en el que también se reportaron la caída de un techo en una vivienda. En la villa de Agaete se tuvo que talar una centenaria palmera del Huerto de Las Flores, cuyo derribo ya estaba previsto, para evitar el inminente peligro. Además se desprendió una valla en Telde, y la pérgola de una parada en Agüimes, mientras en Lanzarote se rompían los cristales de una luminaria en Arrecife.

Estos vientos compactan, según el jefe de predicciones de la AEMET, Jesús Agüera, la masa de nubes en las islas de mayor relieve, lo que origina ligeras precipitaciones, como los 3 litros por metro cuadrado de Valleseco, Gran Canaria.