Los servicios de emergencias y rescate tuvieron que volver a suspender ayer las labores de búsqueda del vecino de Arrecife, Lorenzo Olivero Avero, que desapareció en la tarde del pasado lunes después de que se sumergiera con unas gafas, aletas y un tubo en las aguas de la playa de Matagorda, en Puerto del Carmen (Tías).

Desde el aviso de la desaparición y en las horas sucesivas, agentes y efectivos de Seguridad y Emergencias del Consorcio, Salvamento Marítimo (Salvamar), el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil y, entre otros, agentes de Emerlan, voluntarios de Tías y Cruz Roja, en la atención psicosocial, han estado llevando a cabo el operativo de búsqueda por la playa de Matagorda y alrededores, con resultados negativos hasta la anoche de ayer.

Lorenzo, que tiene 52 años, había acudido con su familia a pasar una tarde de playa a Matagorda cuando decidió practicar lo que se denominada esnórquel (bucear con gafas, tubo y aletas) a escasos metros de la playa. Fue precisamente su hija la que comenzó a preocuparse al ver que su padre no salía a la superficie.

Al ver que transcurría el tiempo y Lorenzo Olivero no aparecía en la playa su familia decidió ponerse en contacto con los servicios de emergencia para alertar de su desaparición. Desde la tarde del lunes comenzó una búsqueda que ayer se intensificó con los agentes del GEAS sin que pudiera encontrarse ninguna señal sobre su paradero. Hasta 16 buzos entre guardias civiles y voluntarios de la Isla rastrearon sin éxito toda la zona.

Está previsto que la búsqueda vuelva a reanudarse desde primeras horas de hoy por la zona donde previsiblemente pudo haber desaparecido. El GEAS realiza lo que se denomina un planeo por la costa, es decir, una embarcación arrastrará a los submarinistas de la Guardia Civil, que se sumergirán a una profundidad media. De forma paralela, la patrullera de la Guardia Civil y de Salvamar ampliarán el radio de búsqueda hacia la isla de Fuerteventura donde las corrientes podrían haberse llevado el cuerpo.

La familia de Lorenzo ha permanecido en todo momento en la playa de Matagorda. De hecho, Cruz Roja instalaba anoche un pequeño hospitalito para acoger a la treintena de familiares que decidieron acercarse hasta la zona. El Ayuntamiento de Tías tenía previsto llevar la comida y la ONG Emerlan puso a su disposición varias mantas.

Se da la circunstancia de que Lorenzo Olivero es diabético y con problemas de salud relacionados con el corazón. No se descarta que hubiese tenido algún tipo de desfallecimiento mientras practicaba el buceo dado que ese día las condiciones del mar eran bastante buenas. También es probable que pudiera resbalar en alguna de las numerosas rocas que hay en esta parte del litoral y perdiera el conocimiento a causa de la caída.