La quinta y última fase de la operación Nando, con la que el Cuerpo Nacional de Policía se ha incautado de 400 kilos de cocaína en La Graciosa, ha dejado momentos para el recuerdo, desde los 18 fardos enterrados en la zona de matos El Francés hasta el concienzudo seguimiento que los agentes del Grupo III de la Udyco en Las Palmas hicieron a los presuntos traficantes.

Y es que los policías se convirtieron en la sombra de los detenidos, incluso estuvieron de acampada con ellos en La Graciosa la misma noche en la que fueron arrestados, según explicó ayer el jefe superior de la Policía Nacional en Canarias, Valentín Solano. Primero los siguieron hasta Decathlon, vieron que los supuestos narcos compraron material de acampada y se fueron con ellos a La Graciosa tras pertrecharse del mismo material.

En la isla graciosera establecieron otro dispositivo de vigilancia, discreto, para no levantar sospechas en un territorio muy pequeño, sin apenas población. Los encartados tardaron en dar con el lugar en el que estaba enterrada la droga, a pesar de que la zona se encontraba marcada con botellas de cerveza enterradas en la arena.

Finalmente, tuvo que desplazarse desde Tenerife otro responsable de la organización para dar con el sitio. La Udyco practicó las ocho detenciones después de que sacaron los fardos y se viviera un episodio de cierta "euforia", subrayó el comisario de la Policía Judicial de Las Palmas, José Camejo. Los rastreadores de la banda se encontraron con una importante cantidad de cocaína, unos siete millones de dosis, cuya venta en el mercado negro hubiera superado los 70 millones de euros.

Los investigadores sospechan que la mercancía fue transportada por vía marítima a La Graciosa a través de la ruta africana de la droga, donde los cárteles colombianos cuentan con una estructura especializada en sobornar a trabajadores corruptos para transitar sin riesgo por sus fronteras.

Tras el hallazgo de los 400 kilos, los agentes dieron por finalizada una operación que comenzó dos años antes, en junio de 2010, y que finalmente ha terminado con la detención de 22 personas, 15 colombianos y siete españoles, los cuales están todos en prisión provisional por orden del Juzgado de Instrucción número 7 de Las Palmas de Gran Canaria.

También se practicaron seis registros domiciliarios, tanto en la Península como en Las Palmas y Tenerife, y se intervinieron 430 kilos de cocaína, un vehículo, más de 540.000 euros, dos ordenadores portátiles, 45 teléfonos móviles, dos básculas de precisión y abundante documentación que todavía está pendiente de analizarse.

Otro dato que ilustra la dimensión de la actuación policial son las 386 llamadas interceptadas. Los comisarios ofrecieron ayer una rueda de prensa para explicar la operación tras levantarse el secreto de sumario.

Hubo momentos difíciles, pero la Udyco de Las Palmas estaba convencida de que la red movía grandes cantidades de cocaína, hasta que dieron con el zulo de La Graciosa.