Alan Atkinson, el británico de 48 años que falleció el pasado viernes tras una pelea en un complejo de apartamentos de Puerto del Carmen, en el municipio lanzaroteño de Tías, sufrió un infarto en el centro de salud que le provocó la muerte. Eso es lo que recoge la autopsia realizada al cadáver, que determina que el golpe sufrido durante la reyerta no fue la causa de la muerte. Por ello, el juez envió a prisión a otros dos súbditos de la misma nacionalidad detenidos por este caso por lesiones y no por homicidio.

Los hechos ocurrieron poco antes de la medianoche del viernes cuando se produjo una pelea entre dos parejas británicas en la piscina de los apartamentos Los Fiscos de Puerto del Carmen. Durante la disputa, el fallecido había recibido un golpe en la cabeza supuestamente con una piedra, lo que hizo que perdiera la consciencia y se alertara de inmediato a los servicios de emergencia.

Una ambulancia lo trasladó en primer momento al centro de salud de Tías y posteriormente al Hospital José Molina Orosa de Arrecife. Durante este último trayecto Alan Atkinson perdía la vida.

Las primeras investigaciones apuntaban al golpe recibido en la cabeza como causa del fallecimiento, por lo que la Guardia Civil procedió a detener a Jayne Agnes y George Thomas, la otra pareja involucrada en la reyerta, como presuntos autores de un delito de homicidio, según indicaron fuentes cercanas a la investigación.

Sin embargo, durante el pasado domingo los forenses le realizaron la autopsia al cuerpo de Alan Atkinson que aclaró que la lesión sufrida en la cabeza no revestía una gravedad incompatible con la vida y fue un infarto que tuvo durante su estancia en el centro de salud de Tías lo que motivó su defunción, según informaron las mismas fuentes consultadas.

Por ello, cuando los dos arrestados prestaron declaración ante el juez encargado del caso, éste, con el pertinente informe de la necropsia, decidió enviarlos a prisión acusados de un delito de lesiones en su modalidad agravada y no por homicidio imprudente como en un principio se les imputaba cuando fueron detenidos por agentes de la Benemérita. A pesar de ello, el magistrado decidió su ingreso en prisión, comunicada y sin fianza, tal y como informó el lunes el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.