La compañía Thomson ha fletado diez aviones para devolver a los 1.498 cruceristas del Majesty a sus países de origen. El barco en el que cinco tripulantes perdieron la vida el pasado domingo durante un ejercicio de evacuación seguirá atracado en el Puerto de Santa Cruz de La Palma hasta que la investigación sobre las causas del suceso llegue a su final, una indagación en la que ya trabajan los inspectores del Ministerio de Fomento y de Malta.

Más de la mitad de los pasajeros del Majesty abandonaron ayer las Islas Canarias con destino a sus lugares de residencia. En total, fueron 890 los pasajeros que Thomson trasladó a diversos lugares de Europa en cuatro aviones que salieron durante el día del aeropuerto de La Palma con destino a diversas regiones del Reino Unido.

De esta manera, entre las tres y la siete de la tarde despegaron hacia Birminghan, Glasgow y Manchester tres aviones, mientras que un cuarto voló a Tenerife Sur para conectar a sus ocupantes con aparatos y destinos de otras compañías aéreas.

El resto de los tripulantes del crucero, 608 personas, serán trasladados a sus países de origen en seis aviones más que ya están programados en las salidas del aeropuerto de la Isla Bonita y que despegarán durante el día de hoy.

Las labores de investigación destinadas a averiguar cómo pudo partirse el cable de sujeción de uno de los botes salvavidas continuaron ayer con llegada de los inspectores del Ministerio de Fomento y del Gobierno de Malta, país en el que el buque está abanderado, a La Palma. De hecho, durante estos últimos días la Guardia Civil se ha dedicado, entre otras cosas, a inspeccionar el sistema de poleas del crucero y que falló el pasado domingo a las 11:50 horas cuando el último de los tres botes era arriado.

Fuentes de la Guardia Civil señalaron que una de las dos partes del cabo roto ha sido enviada al laboratorio de Criminalística del Instituto Armado, en la Dirección General del Cuerpo, en Madrid, mientras que la otra parte está en manos de un ingeniero naval procedente de Las Palmas de Gran Canaria.

Ahora, los investigadores tratan de determinar cuál fue la causa que hizo que el cable de acero se partiese dado que ni está deteriorado ni el mismo ha soportado sobrepeso. El informe todavía no ha sido entregado al juzgado de guardia de Santa Cruz de la Palma, puesto que la Policía Judicial aún no ha concluido el mismo.