La Guardia Civil, en el transcurso de la explotación de la operación "Botavara", llevada a cabo en Fuerteventura desde el día 21 de febrero, ha detenido a un total de 21 personas, de las que 20 están imputadas y algunas en prisión, y se ha incautado de casi una tonelada de hachís.

En la operación han sido detenidos siete componentes de la Guardia Civil, de los cuales cinco han sido ingresados en prisión y otros dos puestos en libertad con cargos. Otros dos agentes han sido imputados. De los 12 civiles detenidos, dos se encuentran en prisión preventiva, nueve en libertad con cargos y una en libertad.

Además de la droga, los agentes han intervenido también un importante número de vehículos, material informático, teléfonos móviles y documentación de interés para la investigación.

Las pesquisas se iniciaron a finales del pasado año, tras tenerse conocimiento de la actividad delictiva que pudiera estar llevándose a cabo, inicialmente en la isla de Lanzarote, por un grupo de Guardias Civiles destinados en el puesto de Corralejo, en Fuerteventura). Tras establecer un dispositivo de vigilancia y control, se logró identificar a los Guardias Civiles que se organizaban de forma piramidal, en las que cada uno tenía competencias totalmente establecidas, estando dirigidos por un cabecilla.

En una primera fase, tras ser detectadas por los Jefes de la Guardia Civil de Las Palmas posibles irregularidades en el comportamiento y servicio de ciertos agentes del Puesto de Corralejo, se ordenó el inicio de una operación conjunta de diferentes especialidades y unidades del Cuerpo, incluyendo a la Unidad Orgánica de Policía Judicial y el Grupo de Información, apoyados por la Unidad Central Operativa y el Servicio de Asuntos Internos.

Dado que la principal hipótesis con la que se trabajaba era la de la futura comisión de un ilícito penal relacionado con el tráfico de drogas en la isla de Lanzarote, se procede a la judicialización de las actuaciones en el Juzgado de Arrecife.

En una segunda fase, tras meses de pesquisas, trabajo operativo y análisis de información, se consiguió identificar a ciertos componentes del puesto de Corralejo que pudieran ser parte de un grupo delictivo organizado, que aprovechando su conocimiento del trabajo policial en la zona, pudieran participar en la introducción de embarcaciones con hachís en las islas.

En la madrugada del día 20 de Febrero se detecta la llegada de una embarcación cargada de hachís, que embarranca en la costa del Cotillo, norte de Fuerteventura, y al día siguiente por la tarde, se detuvo a cinco guardias civiles implicados en los hechos, dos de ellos mientras transportaban parte de la droga desembarcada.

Además, en las horas siguientes son detenidos otros cinco civiles también relacionados con el desembarco de la droga.

Por último, a lo largo de los días siguientes se mantienen las investigaciones y se realizan nuevas detenciones, llegando al día de hoy a un total 21 detenidos, con 20 imputados por diferentes delitos, de los cuales nueve son guardias civiles.

Aunque las investigaciones se centraban en los ilícitos relacionados con el tráfico de drogas, se confirmó la existencia de otros ilícitos de los que ya se tenía noticia, e incluso aparecieron otros nuevos, todos relacionados con la legalidad de las actuaciones que desarrollaban los Guardias Civiles imputados, durante el ejercicio de sus funciones.

Las investigaciones están siendo dirigidas por el Juzgado de Instrucción núm. Dos de Arrecife (Las Palmas de Gran Canaria), y todavía se mantiene el secreto del sumario.