Disfrazado de mujer, con una pamela en la cabeza, unas gafas de sol a las diez de la noche y guantes. Así fue como actuó la noche del pasado domingo el autor de un robo en un salón recreativo de la céntrica calle Triana, en Las Palmas de Gran Canaria, que, tras amenazar a la empleada con una pistola eléctrica y propinarle varias descargas, logró llevarse unos 3.000 euros de botín, según confirmaron ayer fuentes policiales.

Los hechos ocurrieron sobre las 22.15 horas de antes de ayer cuando el presunto ladrón entró en el negocio de juegos recreativos situado en el número 100 de la citada vía peatonal de la capital grancanaria. Parte de su rostro lo tapaba con unas gafas, además de llevar un amplio sombrero que también evitaba que las cámaras grabaran su cara con claridad. Tras entrar al baño, salió y pidió a la trabajadora, que estaba en el interior de una pecera acristalada de seguridad, que le ayudara porque se le había caído pintura en los lavabos, según indicaron ayer fuentes conocedoras de los hechos.

En el momento en el que la empleada salió del habitáculo en el que se conserva el dinero, el ladrón la amordazó, la amenazó con una pistola eléctrica e incluso llegó a propinarle varias descargas, lo que le provocó heridas y quemaduras en el cuerpo. Tras reducirla, aprovechó para acceder a la caja recaudadora y hacerse con unos 3.000 euros, para posteriormente abandonar el lugar de los hechos.

Una ambulancia de soporte vital básico del Servicio de Urgencias Canario acudió al lugar y los sanitarios atendieron a la afectada, de 38 años, que presentaba policontusiones, por lo que fue evacuada hasta el Hospital Insular. Allí fue atendida y durante la madrugada de ayer se le dio el alta hospitalaria, aunque durante este lunes no pudo volver a su puesto de trabajo.

Asimismo, agentes del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría de Distrito Sur se personaron para iniciar las pesquisas para localizar al autor del robo. Según fuentes consultadas, las cámaras de seguridad del negocio grabaron el momento del robo, aunque al utilizar el ladrón una pamela evitó que se pudiera registrar su rostro con nitidez.

Según indicaron desde la Jefatura Superior de Policía de Canarias, hasta la tarde de ayer aún no se había producido detención alguna relacionada con este robo.

Mayor seguridad los domingos

Los trabajadores de la zona comercial de Triana mostraba ayer un ligero temor después de lo ocurrido. Una empleada, que prefirió mantener el anonimato, aseguró que durante la semana hay una amplia presencia de policías. Sin embargo, cuando llega el domingo, "días como el de ayer, a las ocho de la tarde por aquí no hay nadie y no hay mucha seguridad; los domingos hace falta más policías en esta calle", apuntó.