La Brigada de Homicidios de la Policía Nacional busca a un joven sueco, que responde al nombre de John, de complexión fuerte, calvo y con numerosos tatuajes, como presunto autor del crimen de Las Canteras, en el que una vecina de Mogán, identificada como Ángela P. A., de 31 años, falleció tras ser degollada presumiblemente con un cuchillo hace unos diez días. Los agentes tienen totalmente identificado al presunto homicida, aunque desconocen su paradero, según indicaron fuentes cercanas a la investigación.

Según los datos recopilados por el cuerpo de seguridad del Estatado hasta el momento, los hechos comenzaron el pasado 4 de julio cuando la fallecida salió de su vivienda en el pueblo de Tauro, donde reside con su madre y sus dos hijos, de 11 y 13 años, para pasar unos días con un chico que hacía pocas semanas había conocido y que ya había presentado a algunas amigas y familiares.

Sólo había pasado un día cuando los allegados de Ángela P. A. perdieron su rastro. También el de su compañero, quien desde el día 5 tenía su móvil apagado, por lo que los familiares no se pudieron poner en contacto con él. La siguiente noticia que tuvieron de ella fue el pasado lunes cuando les informaron de su fallecimiento.

Entre medias, se produjo el crimen. Por el estado en el que se encontraba el cadáver, se presupone que la vecina de Mogán falleció el mismo día 4 o al día siguiente, ya que las estimaciones en un principio eran de que el cadáver podría llevar unos 15 días pudriéndose, a la espera de los análisis que se les han realizado a los restos por partes de los forenses del Instituto Anatómico Forense de Las Palmas de Gran Canaria. Si se confirma que el día 4 fue vista con vida por última vez, este número se reduciría hasta unos diez, según apuntaron las mismas fuentes.

El cuerpo se encontraba podrido, con larvas y moscas a su alrededor y desprendía un hedor que fue lo que alarmó a los vecinos, quienes avisaron a la Policía Nacional. Los bomberos de la capital grancanaria, tras acceder al pequeño inmueble de unos 50 metros cuadrados, vieron un cuerpo sobre la cama y bajo una manta. Fueron los agentes del Cuerpo Nacional de Policía los que destaparon el cadáver y comprobaron que éste tenía una herida incisa en el cuello, por lo que determinaron que había muerto debido a que el autor la había degollado con un arma blanca, supuestamente un cuchillo.

Tras hallar el cuerpo, los investigadores se han centrado primero en identificar al arrendatario del apartamento, un joven de origen sueco, de complexión fuerte, calvo y con numerosos tatuajes por todo el cuerpo, que desde hacía poco más de un mes estaba hospedado en el número 31 de los apartamentos El Charcón, situados en la Peña de la Vieja.

Los policías cuentan con toda la documentación de este joven, así como algunas fotografías facilitadas por allegados de la víctima. Asimismo, a través de la inmobiliaria que le arrendó el apartamento han conocido que durante los últimos días su verdadera pareja sentimental se puso en contacto con ellos para saber si conocían su paradero, ya que esta no lograba ponerse en contacto con él, según otras fuentes consultadas.

Y es que aún se desconoce a ciencia cierta si Ángela y John mantenían un relación sentimental. Por ello, el Juzgado de Instrucción número 5 de Las Palmas de Gran Canaria, cuya titular es María Isabel de Vega, dirige la investigación, que está bajo secreto de sumario. Sin embargo, los testimonios de familiares y amigos de la fallecida resultan fundamentales para saber si se trata de un crimen pasional, en cuyo caso la juez se inhibiría a uno de los dos juzgados de violencia de género de la capital.

Lo que sí parece claro, según declaraciones de los residentes del edificio, es que era habitual verlo con distintas mujeres, hasta tres en un mes, por su apartamento. Incluso los vecinos le habían recriminado el fuerte ruido que realizaba cuando practicaba sexo.