El hombre de nacionalidad alemana, que había sido detenido por la Policía Nacional por haber iniciado presuntamente de forma fortuita el incendio que se declaró el pasado sábado en el barranco de Ayagaures, en San Bartolomé de Tirajana, quedó en libertad con cargos. La investigación de cómo y por qué se originaron las llamas está aún abierta, pendiente del resultado del informe definitivo de los técnicos que se espera que esté acabado en las próximas jornadas.

Según fuentes próximas al caso, se trataba de varios extranjeros que estaban en dos coches, con uno de ellos ayudaba a cargar la batería del otro mediante el cable macho. Parece ser, que uno ellos, que fue detenido y que declaró ante el Cuerpo Nacional de Policía, arrojó un cigarro encendido de forma no premeditada. Los investigadores podrá aclarar esta circunstancia. Lo que está claro es que el riesgo de producirse un incendio forestal era el sábado muy alto en Gran Canaria por las altas temperaturas y el fuerte viento existentes.

De todos modos, este incendio en el sur de Gran Canaria, como el del otro que se produjo también la misma tarde del sábado en Hoya del Parrado, en Las Palmas de Gran Canaria, fueron declarados extinguidos durante la noche del sábado y la madrugada del domingo, después de quemar un total de tres hectáreas y media de superficie (2,5 y una, respectivamente).

Este suceso ocurrido en Ayagaures, exactamente en la población de la Degollada Honda, quemó cañaverales, palmeras, cultivos, tendido de cables de telefonía, una cabaña de madera, por completo, dos cuartos de aperos y afectó en parte a otra vivienda, entre otros.

A l final, lo que parecía que quedaría sólo en daños materiales, ya que ni el fuego, ni el humo no afectaron a personas, la caída de un cable de telefonía, por una supuesta consecuencia del incendio, dejó un afectado a primera hora de la mañana de ayer. Al parecer, un vecino de la zona circulaba con su moto sobre las siete de la mañana, con la intención de ir a su puesto de trabajo, cuando se le cayó encima el citado cable, lo que le provocó que se cayese y heridas en el cuello y en las dos rodillas.

Mientras los vecinos de Ayagaures pretendían ayer volver a la normalidad y los afectados directos por el fuego, un retén de bomberos de San Bartolomé de Tirajana y efectivos de Medio Ambiente del Cabildo se quedaron ayer en el lugar para refrescar la zona quemada y para apagar cualquier rebrote del mismo.

Miedo

"Me temí lo peor. Tuvimos miedo porque el fuego es muy incontrolable y traicionero", afirmó la vecina Nati Quintana Suárez, propietaria de una de las casas afectadas por las llamas. Su vivienda está enfrente de donde empezó el fuego. Una cabaña de madera, que era propiedad de una sobrina de Quintana Suárez, acabó peor, ya que ardió por completo. "Mi sobrina Guacimara Pérez Quintana perdió gran parte de su vida. Me refiere a papeles, documentaciones y recuerdos", manifestó Nati Quintana, quien explicó, respecto a su caso: "El fuego quemó parte de la fachada, cortinas, muebles de la terraza, invernadero y un cuarto de aperos con maquinaria y muchas cosas que estaban dentro".

Esta vecina, como los otros a los que les causó un daño las llamas, estaba muy afectada porque "me pilló fuera de casa. Estaba mi hijo dentro y fue él quien me avisó . No es lo mismo verlo, que te lo cuenten. No estaba nerviosa y quería hacer cosas que no podía hacer. Pronto me sacaron de allí".

"Yo tenía bastante miedo dentro y temía lo peor. Las llamas en el gran incendio que afectó a gran parte de Gran Canaria [en 2007] sólo se quedaron a menos de unos 200 metros de mi vivienda. Habrá que empezar de nuevo. Hay salud, lo más importante", concluyó.