Desperdigados por Alemania se encuentran 15 jóvenes canarios que partieron desde las Islas a finales de septiembre en busca de una vida mejor y con unas expectativas laborales que una empresa en Tenerife les había prometido. La mayoría sigue en el país germano sin conocer bien qué será de ellos ya que no tienen recursos suficientes para seguir subsistiendo.

Estos 15 canarios forman parte del grupo de 140 españoles víctimas de una estafa de trabajo en Alemania. Claudia Rodríguez, de 24 años, es licenciada en Educación Física y Rubén Jiménez, de 25, es ingeniero mecánico. Esta pareja, naturales de Las Palmas de Gran Canaria, no conseguía empleo y un día se encontraron por internet la oferta de trabajo y formación de FU International Academy de Tenerife. Esta empresa de Puerto de la Cruz hace de nexo para los profesionales cualificados y estudiantes que quieran desarrollar su futuro profesional en Alemania. Como muchos jóvenes, esta pareja decidió emigrar. "No tenemos nada en España y Alemania nos ofrecía trabajo y formación", asegura Claudia. Así, pagaron 150 euros por un curso previo de alemán online. Los únicos papeles que firmaron fueron dos solicitudes en las que solo pusieron sus nombre y sus cuentas bancarias.

Las condiciones con las que partían de la agencia FU eran: la devolución de los gastos del curso de alemán (150 euros), del transporte y del vuelo (300 euros); un trabajo a partir del 1 de octubre, que compaginarían con un curso de alemán de 4 semanas, sueldo base de 818 euros al mes de los cuales se descontaban 250 euros para alojamiento y comida, 50 euros para transporte mensual y el seguro médico, 68 euros.

El 21 de septiembre llegaron al país germano. Como contacto sólo tenían el de Frau Schmidt, una mujer que sólo habla alemán y con la que la empresa FU -que también se siente engañada- había hecho las gestiones por ellos. Fueron a la ciudad de Érfut, al ahora conocido como barracón de españoles, una nave con condiciones insalubres. Esa fue la primera sorpresa desagradable. La otra vino cuando supieron que iban a trabajar limpiando y fregando platos cuando lo que le habían dicho es que iban a estar en el servicio de restauración del hotel como camareros o en la gestión como recepcionistas.

"Vamos a aguantar hasta el día 15 a ver si nos aclaran algo, porque la señora Schmidt no ha asistido a las reuniones y, si no, nos marcharemos porque no nos queda dinero para subsistir y los 500 euros con los que FU nos aseguró que aguantaríamos hasta el primer sueldo se han esfumado", indica Claudia.