La Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, ha declarado la situación de alerta por fenómenos costeros adversos en las islas de Lanzarote y Fuerteventura por riesgo importante en el mar. A parte de esa previsión, el fuerte viento y la lluvia se dejaron notar ayer en Gran Canaria, en la capital, en el norte, Cumbre y Medianías de la Isla. En la Vega de San Mateo se recogieron ayer 31,4 litros por metro cuadrado y 25,4 en Tejeda.

La situación de alerta de hoy en las dos islas más orientales se inició a las 8:00 horas, sin que se haya determinado una previsión de finalización de la misma. Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), se esperan olas de cuatro a cinco metros de altura en el norte y este y mar gruesa a muy gruesa y mar de fondo. A su vez se prevé que las rachas de viento alcancen los 80 kilómetros por hora en Lanzarote y los 70 kilómetros en Fuerteventura.

El Ejecutivo canario declaró la situación de alerta, dictó una serie de recomendaciones habituales a los municipios costeros con más riesgo y a la población.

Por su parte, el Consorcio de Seguridad y Emergencias de Lanzarote aconseja a la población proteger la vivienda ante la posible invasión del agua del mar; evitar situarse en el extremo de muelles o espigones; no arriesgarse a sacar fotografías o vídeos cerca de donde rompen las olas ni tampoco circular con vehículos por carreteras cercanas a la línea de playa.

Por otro lado, el baño en playas apartadas o que no se conozcan suficientemente, en litorales con bandera roja y los deportes náuticos en zonas con mar de fondo son otras prácticas que se desaconsejan. Asimismo, las embarcaciones deben amarrarse en lugares resguardados y en caso de ser arrastrado por el oleaje hay que mantener la calma y no nadar a contracorriente. Por lo general, avisar inmediatamente al 112 ó 080.

El pasado jueves, una ola en la playa de Las Conchas, en La Graciosa, arrastró mar adentro a cuatro turistas franceses. Dos de ellos, un padre y su hija, fallecieron y otras dos personas salvaron su vida. El viernes la corriente impidió volver a tierra a una bañista en la playa de El Ancla, en Costa Teguise, que tuvo que ser rescatada.