Cientos de personas, entre familiares, amigos y vecinos de las tres niñas atropelladas el sábado acudieron al funeral oficiado ayer en Fuensalida (Toledo), donde se sucedieron innumerables escenas de dolor y las lágrimas de sus madres fueron las protagonistas.

Los primeros en llegar a la iglesia parroquial San Juan Bautista, de Fuensalida, donde residían las tres menores, fueron el consejero portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Leandro Esteban, a quien acompañaban también el delegado de la Junta en Toledo, Fernando Jou, y el subdelegado del Gobierno, José Julián Gregorio. En torno a las tres de la tarde llegaban los féretros con los restos mortales de las tres adolescentes, que fueron introducidos en la iglesia a hombros por sus familiares.

El silencio del momento sólo se rompió con los llantos y gritos de dolor de sus madres y el aplauso de sus paisanos, que siguen sin comprender qué pudo pasar para que este suceso haya tenido tan trágico desenlace. El párroco de Fuensalida trasladó su pésame a las familias "en estos difíciles momentos", en nombre del arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, y ha puesto de manifiesto su cariño y recuerdo a las niñas. "Un suceso inesperado ha golpeado vuestras vidas, por eso todos queremos estar aquí para apoyaros", señaló el párroco, que también destacó la importancia de la fe para superar el desconcierto de la muerte.

Además, pidió por el joven de 17 años residente en la localidad toledana de Santa Cruz de Retamar que, como consecuencia del mismo accidente, permanece en la UVI del Hospital Virgen de la Salud de Toledo. Tras el funeral, los cuerpos de las jóvenes Michelle y Nerea fueron enterrados en el cementerio municipal, mientras que el de Ana, según explicó a Efe el teniente alcalde del municipio, Jaime Alonso, será incinerado para trasladar sus restos a Portugal, de donde proceden sus padres.

Por su parte, el alcalde de la localidad, Mariano Alonso, aseguró a preguntas de los periodistas que desconoce la situación en la que se encuentra la investigación judicial, pues desde el Ayuntamiento se han centrado en apoyar a las familias. "Lo demás ya se verá a partir de mañana [hoy para el lector]", apuntó Alonso, que agregó que "todo el pueblo se ha volcado para arropar a los familiares de las víctimas ante este trágico suceso para el que no cabe consuelo". Las banderas ondean a media asta en el Ayuntamiento, que ha decretado tres días de luto oficial y suspendido los actos programados en la localidad.

El atropello se produjo a las 06.25 horas del sábado, en el kilómetro 3,200 de la carretera TO-3927 que une las localidades de Torrijos y Fuensalida, cuando un hombre de 30 años que viajaba en dirección a este último municipio invadió el carril y el arcén contrario, llevándose por delante a cinco menores. Las tres niñas fallecieron, un joven resultó herido leve y otro continúa ingresado en la UVI.