La Policía ha desarticulado a una banda rumana que obligaba bajo amenazas a mendigar y a ejercer la prostitución en Tenerife y Gran Canaria a compatriotas suyos, que habían viajado a España con la promesa de conseguir un trabajo en el sector agrícola de Sevilla.

La investigación sobre esta banda, formada por personas de la misma familia, comenzó en 2012, cuando la Policía tuvo conocimiento a través de varias de sus víctimas de las actividades de explotación sexual y laboral a las que se podían estar dedicando, según ha informado hoy la Jefatura Superior de Policía de Canarias.

Las víctimas de esta red eran captadas en Rumanía con una oferta para trabajar en el campo en Andalucía.

Cuando llegaban a España, esas personas debían pagar a la banda el sueldo de su primer mes como compensación por el viaje, pero inmediatamente eran despedidas y llevadas a Tenerife y Gran Canaria, donde se les obligaba a mendigar mediante amenazas y agresiones.

La Policía ha descubierto que la banda tenía conexiones con grupos de proxenetas en el Reino Unido e Italia, a través de los cuales "gestionaba un entramado cuya finalidad era la trata de mujeres para explotarlas sexualmente".

"La red captaba también a las víctimas en Rumanía de manera continua y las trasladaba a esos países, además de a España, donde ejercían la prostitución en la calle, principalmente en Playa del Inglés", una de las principales localidades turísticas del sur de Gran Canaria, asegura la Jefatura Superior de Canarias.

Esta operación ha permitido liberar a 15 víctimas de la trama, asegura la Policía, además de detener a los diez presuntos integrantes de la banda y de imputar a otros once, todos ellos ciudadanos rumanos con lazos familiares.

La operación ha sido llevada a cabo por la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería, con apoyo de las comisarías de la provincia de Las Palmas, de la embajada de Rumanía en España y de las delegaciones diplomáticas españolas en Italia y el Reino Unido.