Un ciudadano encontró de forma accidental sobre la una del mediodía de ayer el cadáver de una persona entre las rocas de la zona próxima al lago de La Santa (Tinajo), donde cayó al mar el joven suizo de 19 años que fue arrastrado por las olas el pasado 20 de febrero.

La Guardia Civil no descarta que el cuerpo pertenezca a ese varón, extremo que confirmará o descartará la autopsia. Los restos mortales fueron trasladados hasta la clínica forense de los juzgados de Arrecife para ser examinados.

Efectivos de la ONG Emerlan, que participaron en las labores de recuperación del fallecido junto a integrantes del equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Costa Teguise y agentes de la Policía Local de Tinajo, manifestaron que el mismo presentaba un avanzado estado de descomposición tras permanecer durante tres semanas en el mar. "Está sin identificar", manifestó la Guardia Civil. El cuerpo estaba a 25 metros de tierra.

La persona que lo halló pensó en un primer momento que se trataba de un animal muerto, pero cuando se acercó hasta el bulto que avistó en la zona rocosa, comprobó que se trataba de un ser humano, por lo que alertó al 112.

La caída del muchacho se produjo por el golpe de mar del temporal que azotó Lanzarote en la tercera semana de febrero. El chico estaba posando para una fotografía para su abuela, a la que había venido a visitar durante unos días a Lanzarote, y no pudo evitar ser abatido por la corriente. La mujer reside en el municipio de Haría.