El cuerpo sin vida de un bebé fue encontrado ayer, oculto entre toneladas de basura, por uno de los operarios de la planta de Reciclados y Servicios del Mediterráneo en la localidad alicantina de Villena.

El macabro hallazgo se produjo pasadas las tres de la tarde cuando el trabajador se disponía a enterrar miles de kilos de residuos industriales con una pala excavadora. Según las fuentes consultadas en la empresa, el cuerpo sin vida del recién nacido fue hallado de forma casual en la parte más elevada del vertedero. Afloró a la superficie mezclado entre desechos cuando el conductor de la excavadora estaba haciendo acopio de decenas de toneladas de residuos, justo en el momento en el que iba a depositar las basuras en el lugar exacto donde debía enterrarlas a continuación.

En un primer momento pensó que se trataba de una muñeca pero, ante las razonables dudas que le ofrecía una imagen que le parecía demasiado real, decidió comprobarlo in situ. Fue entonces cuando se percató de que lo que realmente estaba viendo eran los restos humanos de una criatura de apenas unas semanas de vida. Tras superar el sobresalto inicial avisó a los responsables de la planta que, a su vez, dieron traslado de lo ocurrido de forma inmediata a la Policía Local y Guardia Civil de Villena. Instantes después llegaban al recinto varias dotaciones. Los agentes interrogaron al operario e inspeccionaron el lugar hasta que el cadáver fue retirado en un coche fúnebre hasta el Instituto de Medicina Legal de Alicante.

Procedencia incierta

El resultado de la autopsia podría despejar algunas dudas y aportar datos relevantes de cara a averiguar la incierta procedencia de los restos mortales hallados. Se trata, en cualquier caso, de una investigación que se vislumbra muy dificultosa dado que Reciclados y Servicios del Mediterráneo cubre las necesidades medioambientales de gran parte de las provincias de Alicante, Valencia, Murcia y Albacete. Abarca, por tanto, un amplio campo de acción con numerosos municipios y una densidad de población muy elevada.

Además, cada uno de los tráiler que a diario abocan su carga en este vertedero suelen transportar cerca de 30.000 kilos de residuos no orgánicos. Determinar, por tanto, el lugar donde el niño fue arrojado a un contenedor de basura es una tarea tan laboriosa como compleja.