La comunidad Israelita de Málaga presentó el pasado 18 de diciembre de 2014 una denuncia, remitida al Juzgado Decano de la capital para su posterior reparto, por el destrozo de varias tumbas y lápidas funerarias en la antigua parcela judía del cementerio de San Rafael. El colectivo estima que podría haberse cometido un delito contra la libertad de conciencia, los sentimientos religiosos y el respeto a los difuntos por estos hechos, acaecidos entre los días 6 y 8 de diciembre, a la que fuentes judiciales confirmaron que el Juzgado de Instrucción número 2 de la capital ha abierto ya diligencias previas para la averiguación de lo sucedido.

La organización asegura que "durante el puente festivo, entre los días 6 y 8 de diciembre de 2014, varias personas no identificadas allanaron el cementerio judío de San Rafael de la Comunidad Israelita de Málaga, de la calle Félix García Palacios".

Así, esas personas no identificadas «destruyeron, alteraron y dañaron tumbas y lápidas funerarias, así como los muros y paredes de las instalaciones del cementerio», explican las fuentes haciendo referencia a lo consignado en la denuncia.

Vieron a los asaltantes. Los vecinos de la calle confirmaron a los responsables de la Comunidad Israelita de Málaga que habían visto a las personas que allanaron e hicieron diferentes destrozos en el camposanto, aunque, eso sí, no recordaban detalles sobre su constitución anatómica ni podrían identificarlos.

Para la comunidad, se habría cometido, entre otros, un delito contra el respeto debido a los difuntos, regulado en el artículo 526 del Código Penal.

El Juzgado de Instrucción número 2 de la capital, una vez que le llegó el caso, emitió un auto, fechado el 22 de enero de 2015, en el que consideró que «los hechos parecen tener características que hacen presumir la existencia de una infracción penal», por lo que decide incoar diligencias previas para investigar lo sucedido. Asimismo, en el documento ordena que se dé traslado a la Fiscalía y se libre oficio a la Policía Judicial para que proceda a averiguar lo ocurrido.

La Policía Judicial del Cuerpo Nacional de Policía ya ha empezado a investigar el suceso, y, entre otros puntos, pudo constatar que vecinos que viven cerca del camposanto vieron a media tarde de uno de los días del pasado puente de la Inmaculada a dos jóvenes, y que escucharon ruidos, aunque no pudieron aportar más datos acerca de lo sucedido.

Obras en el cementerio

En el cementerio de San Rafael entran desde hace meses por el tejado algunas personas, pero desde que comenzaron las obras han cesado las incursiones en el recinto mortuorio. La policía ha expresado su dificultad para dar con los asaltantes e identificarlos.

La Comunidad Israelita de Málaga asegura en su web que en la parcela judía de San Rafael no es enterrado nadie desde mediados de la década de los noventa, una vez que se inauguró otro camposanto en Casabermeja, que será ampliado próximamente dada la cada vez mayor colonia judía radicada en la Costa del Sol.

Los judíos comenzaron a regresar a Málaga en los cincuenta tras varios siglos fuera del país desde su expulsión por los Reyes Católicos. Su vuelta se produjo desde varios países del norte de África. El goteo fue continuo hasta los sesenta, y es precisamente en el primer ejercicio de esa década cuando se inaugura una pequeña sinagoga para atender sus necesidades. Hoy, esta colonia está conformada por 1.500 personas, explica el colectivo en su plataforma digital.