Los agresores sexuales de una menor de 15 años la intimidaron para que no denunciara los hechos ante la Policía. De hecho, hoy está previsto que preste testimonio en el Juzgado de Instrucción número 3 de la capital tinerfeña a raíz de la publicación de las fotos de la violación que sufrió en el interior de una vivienda de autoconstrucción en el municipio de Candelaria.

El grupo de Delitos Tecnológicos del Cuerpo Nacional de Policía de la Comisaría Provincial montó un dispositivo, durante tres noches seguidas y coincidiendo con las fiestas Navideñas, para dar con el paradero de los agresores por un lado y, del extorsionador por otro. Este sujeto fue identificado como I. D. P., alias Santa, el cual llegó a exigir cincuenta euros a cambio de no divulgar las fotos que tenía en su móvil y donde se ve a la menor siendo objeto de la brutal agresión.

Fue precisamente la madre de la menor la persona que vio a su hija junto con otra amiga, cuchicheando y que decía a otra persona al otro lado del hilo telefónico que "si estaba loco, que como te voy a dar dinero; que no puedo pagarte, que no tengo apenas".

Los policías del Grupo de Delitos Tecnológicos trataron en todo momento de convencer a la víctima para que compareciera en Comisaría, sin éxito. Los agentes llegaron a implicarse de tal manera que adquirieron un compromiso que rozó el ruego para que la víctima prestase declaración en Comisaría, ante lo execrable de los hechos. Sin embargo, la menor que desde que ocurriesen los hechos está bajo tratamiento psiquiátrico, no desea acudir a prestar declaración. De hecho le llegó a anunciar a su madre que si por ella fuese retiraría la denuncia, algo a lo que su progenitora no está dispuesta, ya que de lo único que quiere es que se haga Justicia y llegar hasta el final de este asunto.

En cuanto a los varones que participaron en la agresión, la menor ha reconocido a uno de ellos, un sujeto de nombre Tino, desconociendo quienes son los demás. La joven se acuerda que fue obligada a tomar pastillas acompañada de alcohol hasta el punto de no recordar si había mantenido relaciones sexuales con ellos, hasta que le llegaron las fotos.

Esta situación por la que está atravesando la menor ha traído como consecuencia un cambio de actitud en sus pautas de comportamiento, que se han intensificado desde el episodio de las fotos, mostrándose muy agresiva sobre todo con su madre, motivo por el que ha sido ingresada en un centro médico en distintas ocasiones.