Los siete hermanos de entre 5 y 16 años fallecidos el sábado en un incendio en Nueva York fueron despedidos ayer en un funeral en la ciudad y sus restos serán trasladados a Israel para ser enterrados. Los menores, miembros de una familia de judíos ortodoxos, dormían en su casa del barrio de Midwood, en Brooklyn, cuando una placa eléctrica utilizada para mantener comida caliente falló e inició un fuego que se extendió rápidamente por toda la casa.