Riguroso luto, con trajes negros y corbatas negras, para mostrar la consternación y la unión de tres países "amigos" duramente golpeados por el accidente aéreo en Los Alpes. El presidente español, Mariano Rajoy, el francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel mostraron ayer el dolor y la unión de las tres naciones en el pequeño pueblo de Seyne-les-Alpes, la población más próxima al lugar del siniestro. El mandatario galo aseguró a sus homólogos español y alemana que se conocerán las causas del accidente.

Mariano Rajoy viajó acompañado del presidente de la Generalitat, Artur Mas, en un avión de la Fuerza Aérea Española hasta Marsella. A partir de ahí, se desplazó a Seyne-les-Alpes en coche junto a la ministra de Fomento, Ana Pastor, mientras que Artur Mas lo hacía en un automóvil distinto. Tres horas permanecieron Rajoy, Hollande y Merkel en la localidad donde está instalado el centro de mando de los equipos de rescate. También allí se ha colocado una capilla ardiente que visitaron conjuntamente, dando además oportunidad de consolar a familiares de los fallecidos alemanes que ya están en la localidad, transformada por la tragedia.

Los tres mandatarios recorrieron el lugar conversando con las autoridades y saludando a responsables y efectivos de las fuerzas de seguridad y de los servicios de emergencia, así como personal sanitario. Posteriormente comparecieron ante los periodistas para realizar una declaración institucional en la que no se permitieron preguntas.

Sus palabras pusieron de manifiesto el agradecimiento a quienes se están volcando para tratar de paliar e investigar el accidente, así como la solidaridad con las familias de las víctimas. Hollande hizo hincapié en el empeño de Francia por aclarar el origen de la catástrofe, y tras revelar el hallazgo de la carcasa de la segunda caja negra, cuyo contenido se sigue buscando, hizo una solemne promesa: "Todo se conocerá y se hará toda la luz sobre las circunstancias del accidente".

El presidente galo incidió en la alta cualificación de los expertos franceses en la investigación de accidentes como el del Airbus 320 de la compañía alemana Germanwings,. "Necesitamos comprender qué ha pasado, se lo debemos a las familias y países afectados. Francia ha puesto medios importantes en la investigación para que podamos saber todo. Por desgracia tenemos cierta experiencia", agregó.

Por su parte, el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, reafirmó el compromiso de trabajar "todos juntos" ante el accidente, recuperar los cuerpos de los fallecidos y atender a sus familias. "Aquí hay tres personas que vamos a ser solidarios, vamos a trabajar juntos y vamos a investigar juntos, como nos corresponde como europeos, pero sobre todo como seres humanos", proclamó.

Rajoy explicó que el objetivo ahora es identificar a las víctimas, repatriarlas "en las mejores condiciones posibles", porque, recalcó, "sabemos que eso es importante" y, en suma, "trabajar todos y estar a la altura de las circunstancias en un momento difícil y complejo como éste". Su agradecimiento hacia Hollande fue especialmente significativo, al alabar su comportamiento "irreprochable, generoso y propio de amigos y al que corresponde al presidente de una gran nación como es Francia".

La canciller Merkel hizo notar en su intervención que "los países afectados por la catástrofe estamos unidos por el mismo dolor", y coincidió con el mandatario español en agradecer a Francia que haya puesto todos los medios para aclarar lo ocurrido. Además, sobre las causas del siniestro, mostró su convencimiento de que la promesa de Hollande se cumplirá. "Se hará todo para encontrar las razones de este accidente. Habrá que esperar, llevará su tiempo, puesto que la catástrofe se ha producido en zona de muy difícil acceso", advirtió.

Tras reconfortar en lo posible a los familiares, Merkel, Hollande y Rajoy se desplazaron por carretera hasta un enclave desde el que pudieron observar la zona de la catástrofe, con los restos del avión esparcidos por una amplia extensión de alta montaña.

El presidente de la Generalitat catalana, afirmó, tras la visita a la zona, que "ha sido muy impactante, duro, triste, muy chocante, pero sobre todo estamos pensando en todas las familias que están afectadas".