La tragedia de los Alpes marcará un antes y un después en materia de seguridad aérea, como ya sucedió tras los secuestros de aviones que desembocaron en los atentados del 11 de septiembre de 2001.

La Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA) emitió ayer una "recomendación provisional" a los Estados y a las compañías para que tomen las medidas necesarias para que siempre haya al menos dos personas autorizadas en las cabinas de las aeronaves. Se trata de un protocolo que ya es una exigencia en vigor en Estados Unidos (EE UU) y que, según el sindicato de pilotos Sepla, hubiera evitado el siniestro del Airbus de Germanwings, ya que el copiloto no se hubiera quedado solo para estrellar el avión de forma intencionada contra la montaña.

La agencia de seguridad puede promover normas obligatorias para todos los Estados miembros de la Unión Europea en cuestiones relacionadas con la navegación de los aviones, pero solo puede hacer recomendaciones para otros asuntos de seguridad que no dependan de las características técnicas de las aeronaves.

Lo que no se plantean las autoridades comunitarias, al menos de momento, es cambiar la normativa de blindaje de las puertas de los aviones, ni erradicar el dispositivo que permite bloquearlas desde dentro, como hizo el copiloto Lubitz. Se trata de una reglamentación que se aplica para evitar secuestros aéreos como los que desencadenaron la tragedia del 11-S y que, paradójicamente, se convirtió en una trampa en el Airbus de Germanwings.

Aunque no es obligatorio, varias compañías españolas como Iberia, Vueling o Volotea ya venían aplicando el protocolo que impide que haya menos de dos tripulantes en la cabina. Por lo general, cuando un piloto abandona momentáneamente el habitáculo es reemplazado por el sobrecargo del vuelo. Grandes aerolíneas de ámbito internacional, como Ryanair, "gigante" irlandés del vuelo barato, también siguen esta regla, mientras que otras ya a anunciaron ayer su intención de pasar a hacerlo de manera inmediata. Es el caso, por ejemplo, de la británica Easyjet, de Air Berlín o de Air Canadá.

Lufthansa, la empresa matriz de Germanwings, también avanzó ayer que seguirá las recomendaciones de la agencia de seguridad y que impondrá la obligación de que siempre haya al menos dos personas en las cabinas de todos los aviones del grupo, del que también forman parte Eurowings, Swiss, Brussels Airlines y Austrian Airlines.

La compañía germana no se queda ahí y reforzará su estructura con la creación del puesto de piloto de seguridad, que asume el comandante Werner Mass. Será el responsable de los exámenes y de la posterior formación en materia de seguridad de todos los tripulantes, así como de establecer protocolos para evitar tragedias como la que se produjo el martes en los Alpes.

El vicepresidente del sindicato de pilotos Sepla, Javier Gómez Barrero, ha apostado por aislar la cabina, el baño y la zona de descanso de la tripulación del resto del avión como medida más eficaz para incrementar la seguridad en los vuelos.

Barrero reclama que si las autoridades deciden modificar la normativa y protocolos de seguridad aérea se tenga en cuenta la opinión de los pilotos y profesionales del sector .