El Ayuntamiento de Arucas sancionó y precintó hasta en dos ocasiones Casa Teo en los dos últimos años por carecer de licencia para la organización de fiestas, en cuyo chalé falleció este domingo un vecino del barrio capitalino de La Feria, de 31 años, que se precipitó cuatro metros al ceder un techo cuando disfrutaba de una despedida de soltero con un grupo de amigos. El responsable de la finca, Teodoro Guerra, defiende que no necesita contar con este permiso, porque se trata de una casa particular que se contrata para celebraciones privadas.

Los expedientes de supuestas irregularidades del chalé se acumulan en las oficinas municipales de Arucas. En los últimos dos años el Pleno de la Corporación presidido por el alcalde, Ángel Víctor Torres, dio información sobre los decretos de al menos dos sanciones por carecer la licencia para ejercer actividades clasificadas, por cantidades que superaban los 20.000 y 30.000 euros. Y al mismo tiempo, la Policía Local precintaba la finca. Pero, de la misma forma, según fuentes oficiales, el precinto fue arrancado, continuando en el lugar la organización de evento, desoyendo las advertencias.

El Ayuntamiento defiende que ha llevado esta posible reiteración de actos de desobediencia civil al Ministerio Fiscal, además de a la propia Guardia Civil. Sin embargo, Casa Teo ha continuado manteniendo la actividad. Por este motivo, se baraja incluso que Arucas traslade a los investigadores de oficio sobre este accidente mortal toda la documentación que existe sobre este negocio, para que se incorpore al expediente sobre este caso. Y lamentan que después de tanto tiempo no se tomaran las medidas ante esta situación.

El propietario del chalé, Teodoro Guerra, defendía ayer que su actividad es completamente lícita, y que no requiere para ejercerla ningún tipo de licencia. "Esta es una casa particular que alquilo para celebraciones privadas", justificando esta fórmula de negocio en que allí no se despacha ni comida ni bebidas. En este sentido, apunta que existe un contrato con el promotor de la celebración en la que falleció el hombre. Y señala que fue un fatal accidente, como el que puede tener lugar en cualquier domicilio en el que suceda un percance.

En este sentido, la Guardia Civil habla de un accidente por imprudencia.

El chalé se promociona en las redes sociales como un lugar para la "celebración de eventos", con la imagen de una piscina.

Como informó ayer este periódico, el fallecido Fran Almeida perdió la vida el domingo mientras celebraba una despedida de solteros con amigos. Al parecer, el hombre residente en el barrio de la Feria, en Las Palmas de Gran Canaria, se precipitó desde una altura superior a los cuatro metros, al romperse el techo de una nave anexa a la zona de la fiesta. Fuentes del Casa Teo apuntaban que el fallecido abrió una ventana, saltó hacia una zona "no transitable" y se puso a bailar sobre unas planchas de fibra, que cedieron, cayendo entonces al vacío.

Cinco cumpleaños

En cambio, algunos amigos que estaban en el lugar contradicen esta versión, y hablan de que, si bien pudo beber como otros asistentes, en el lugar había dos ventanas sobre un muro pequeño, y que solo salió a coger aire y a orinar, cuando tuvo la fatal caída por una especie de tragaluz. E insitieron en negar que Fran saltase el muro para ponerse a bailar, argumentando que abrió uno de los ventanales y salió a miccionar, que la zona en la que bajó está revestida con forma de picón, produciéndose entonces la caída. Además, señala que la ventana debió estar condenada, aunque también admiten que el afectado no debió pasar al otro lado.

El incidente tuvo lugar en la madrugada del sábado al domingo, si bien su muerte se registró el domingo cuando estaba en el Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín. En esa jornada se celebraban, además de la citada despedida de soltero, cinco cumpleaños, ya que el chalé dispone de tres zonas diferencias para este tipo de eventos, según los propios promotores.

El fallecido era muy conocido en el barrio de La Feria, ya que trabaja en un negocio familiar.