El niño de 10 años que falleció ayer en Torrevieja apuñalado por la pareja de su madre alertó a varios vecinos que tanto él como su progenitora eran objeto de maltrato físico por parte del detenido, a pesar de lo cual ni la víctima ni nadie del entorno había denunciado la situación. Así lo informó ayer tras un minuto de silencio por el crimen el subdelegado del Gobierno en Alicante, Alberto Martínez, quien incidió en la importancia de que la víctima o los conocedores de los episodios de violencia machista denuncien el maltrato porque es "la única vía" para poder prevenir un mal mayor. Por lo que han relatado posteriormente a los agentes, "los vecinos sabían que la mujer y el niño eran maltratados desde hacía tiempo ya, y no se denunció", ha subrayado Martínez antes de manifestar que este crimen "quizá podía haberse evitado con una denuncia previa de cualquiera de los vecinos".