La Guardia Civil detuvo el pasado jueves en Caleta de Sebo, en La Graciosa, a Iván L. B. por presuntos tocamientos a una menor de edad que se encontraba de vacaciones con su familia en la octava isla. El arresto se produjo en torno a las 14.30 horas después de que el padre de la niña denunciara al joven, con una discapacidad psíquica del 40%, en las dependencias de la Guardia Civil de Costa Teguise al estar sin servicio ese día la oficina de la Benemérita en La Graciosa. La detención se produjo, según la Guardia Civil, por un supuesto delito de abuso sexual sin agresión.

Los hechos ocurrieron a última hora de la tarde del miércoles en la playa de Caleta de Sebo, según el testimonio de un vecino. Iván prestó declaración ayer en el Juzgado de Instrucción Nº3 de Arrecife. El juez le imputó un delito de abuso sexual y dictaminó su puesta en libertad con la obligación de comparecer apud acta los días 1 y 15 de cada mes, fijación de un domicilio y una orden de alejamiento de dos kilómetros del punto en que se encuentren la menor y sus padres denunciantes, según informó el Tribunal Superior de Justicia de Canarias. Además, Iván fue sometido a examen para realizarle una valoración psíquica.

El periplo del detenido

Iván, de 22 años, es de Gran Canaria y en 2011 eligió la isla de La Graciosa para establecerse después de haber pasado su vida en centros de acogida y malvivir durante un tiempo en las calles de Arrecife. Con anterioridad estuvo en Tenerife. En La Graciosa, poco a poco se ha ido ganando la confianza y la solidaridad de los habitantes de la Isla, que le echan una mano con la comida y otras necesidades básicas. Iván se cobija en una vivienda deshabitada en La Graciosa. Con anterioridad lo hacía en el parque de Caleta de Sebo, en la zona de acampada de El Salao o en casa de algún vecino. El chico padece esquizofrenia y sufre ataques de epilepsia, por lo que debe tomar medicación.

De vez en cuando Iván colabora con los negocios de la Isla para sacarse algún dinero y costearse sus gastos más inmediatos.

En 2011 la Fiscalía solicitó su ingreso en un centro por su situación de extrema vulnerabilidad, pero la juez, tras el examen del médico forense y la exploración judicial denegó su internamiento al entender que Iván tiene plena capacidad para gobernarse y tomar las decisiones que conciernen a su persona y forma de vida. Pidió al Cabildo y al Ayuntamiento de Teguise que le prestasen asistencia social.