Pudo ser obra de un desalmado, de un bromista o incluso de un depredador sexual. Al final, la víctima, una mujer de 35 años, madre de dos hijos, Yurena L. L., logró llegar hasta su coche donde se refugió y huir del encapuchado que, en la madrugada de ayer, la siguió a ella, a una amiga y un chico que le acompañaba, en la Playa de Abades, en Arico, según la denuncia. Según relató la víctima, un hombre, que saltó el muro, comenzó a perseguirla al estar más rezagada de los otros.