Ocho días ha durado la escapada. Sergio Morate, el presunto asesino de Marina Okarynska y Laura del Hoyo, las dos jóvenes conquenses desaparecidas el jueves de la semana pasada y cuyos cadáveres fueron encontrados el miércoles junto a una poza en el nacimiento del río Huécar, fue detenido en la tarde de ayer en la localidad rumana de Lugoj, en el Banato, junto a dos hombres de ese país, con uno de los cuales había coincidido en prisión.

Morate no opuso resistencia a los agentes rumanos de Investigación Criminal que practicaron el arresto, con el asesoramiento de la Policía Nacional española. Todo indica que pretendía huir a Serbia, Albania, Ucrania o Rusia, y que tanto el asesinato de las jóvenes como su huida a Rumanía había sido planificada. Y es que unos días antes del crimen compró la cal viva con la que enterró los cuerpos, para facilitar su descomposición y que no pudiesen ser reconocidas. El rastro dejado por su teléfono móvil ha sido clave para dar con su paradero.

Justo ayer, el titular del Juzgado de instrucción número 2 de Cuenca había dictado una orden internacional de busca y captura contra el presunto autor del doble crimen. Morate fue arrestado a las cinco y media de la tarde -hora canaria-, cuando salía de la vivienda en la que estaba refugiado con los dos rumanos que le ayudaban. Los tres estaban preparando la vivienda para permanecer escondidos un largo periodo de tiempo. Se investiga ahora si los dos rumanos tuvieron intervención en el crimen, que se habría producido el mismo jueves que las dos jóvenes acudieron a su casa, para que Marina, exnovia de Morate, recogiese las pertenencias que tenía en la vivienda.

Ese mismo día habría emprendido la huida en el coche de un familiar, un Seat Ibiza de color verde, con matrícula 1062 CPF. A bordo de este vehículo cruzó la frontera francesa en Portbou, Gerona. Tuvo que ser ese día, puesto que al día siguiente, viernes, después de que los familiares de las jóvenes denunciasen la desaparición, la Policía estableció controles fronterizos para dar con él. La Policía, que desde el principio era consciente de la gravedad de la desaparición, a la vista de los antecedentes del exnovio de Marina, ha seguido el rastro del sospechoso a través de diversas fronteras. En su huida, Morate recorrió unos 3.000 kilómetros.

El trámite de entrega del presunto asesino puede alargarse de tres días a dos meses, dependiendo de si se opone a su extradición y debe ser un tribunal rumano el que decida.

La Policía había centrado sus investigaciones desde el primer momento en los compañeros de prisión de Morate. Primero centró sus pesquisas en un colombiano que el pasado sábado disfrutó de un permiso carcelario. Se comprobó finalmente que había pasado el permiso en Alicante.

Antes de huir, Sergio Morate había mostrado su intención de marcharse a algún país que no tuviese convenio de extradición con España, como Colombia, y la Policía sospechaba de algún tipo de colaboración con este preso. Entre los destinos que estaba barajando la Policía para la huida del presunto homicida se encontraba Italia, por la facilidad para volar desde este país a Sudamérica. Finalmente se supo que el presunto asesino había entablado amistad con un tal Isban, de nacionalidad rumana, y que había salido de la cárcel recientemente. Fue en la vivienda de este preso donde fue finalmente detenido, según fuentes de la investigación.

Marina Okarynska y Laura del Hoyo serán enterradas hoy viernes, después de que ayer concluyesen las autopsias. Los cuerpos de las dos jóvenes fueron quemados y el asesino las enterró en cal viva. Aparentemente no había señales de armas en sus cuerpos, aunque la autopsia determinará cómo se produjeron los homicidios. La Policía cree que, inicialmente, Morate solo planeaba matar a Marina Okarynska, aunque la presencia de Laura del Hoyo, que había ido con su amiga para protegerla, le obligaría también a quitarle la vida a esta joven.

Durante la jornada de ayer, al llegar al tanatorio sobre las 20.00 horas, la madre de Laura del Hoyo, rota por el dolor, no pudo ser más explícita: "Que los castiguen bien castigados, como a mi hija y su amiga, que les cuelguen de un pino, cabrones, hijos de puta, a la hoguera y no a la cárcel a beber y comer".

Finalmente, las dos jóvenes que estaban desaparecidas desde el jueves pasado serán enterradas en el cementerio municipal de Cuenca. El funeral por Laura se celebrará a las diez y cuarto de la mañana en la iglesia de San Fernando y el de Marina Okarynska en la iglesia de San Esteban, quince minutos después.