Días pasados falleció en Málaga el general de división Juan Antón Ordóñez a los 88 años de edad, quien a lo largo de su vida se entregó en cuerpo y alma a lo que él sentía y amaba, servir a la patria.

Ingresó muy joven por vocación y tradición en la academia general militar, componente en la 5ª promoción con otros compañeros, que como él también alcanzarían el Generalato, como Ramón Porgueres Hernández, Antonio Vicente Martínez y otros más.

El general Antón Ordóñez provenía de una familia de militares, entre ellos su padre y su hermano Alberto Antón Ordóñez, capitán piloto del Ejército del Aire, que fue el primer muerto en acción de guerra en Ifni, en agosto de 1957, cuando pilotando un Heinkel de regreso de un bombardeo, cuando iban llegando al aeródromo de Sidi Ifni, se perdió la comunicación, desapareciendo en el Atlántico con la tripulación. José Álvarez-chas de Berden, comandante de Infantería, fue el observador de estos hechos, además de que era el jefe de la Policía de Ifni y delegado gubernativo.

En 1954, el entonces capitán Juan Antón Ordóñez, con 27 años, realiza el curso de paracaidista en el primer curso, según publicaba el diario oficial del Ejército, número 134, el 14 de junio de ese año, cuyo primer curso iba el legendario el entonces comandante Tomás Pallas Sierra, con un total de 160 componentes, entre oficiales, suboficiales y tropa.

Hombre preocupado por superarse a lo largo de su vida militar, alcanzó estos títulos: diplomado de Estado Mayor; profesor de Educación Física; paracaidista mando de unidades; jefe de cifra; investigación operativa militar; mando de tropas de montaña y carros de combate; y jefe especialista.

En la campaña de Ifni, al mande de una compañía de paracaidistas, participó en varias acciones de guerra, lo que le valió alcanzar varias condecoraciones militares, entre ellas la medalla Ifni / Sahara.

Hombre de gran corazón, sencillo y humilde con sus semejantes. Lo puedo alabar porque en múltiples ocasiones, cuando solicité datos sobre la campaña de Ifni, inmediatamente me facilitaba lo que pedía.

Descanse en paz este heroico soldado que a lo largo de su vida imitó a este intelectual: "cuando más grandes somos en humildad, más cerca estamos de la grandeza" (Rabindranat H. Tagore).