La potente explosión de una planta química, diez días después de las dos deflagraciones que causaron más de un centenar de muertos, ha vuelto a desatar la alarma en China. Al menos nueve personas resultaron heridas en la detonación que sacudió ayer una fábrica de productos químicos en la provincia oriental de Shandong y que provocó un aparatoso incendio, según informaron las autoridades locales citadas por la agencia oficial Xinhua. A última hora de ayer no había constancia de la existencia de víctimas mortales.

Los hechos ocurrieron en torno a las nueve menos diez de la noche, hora local, en la localidad de Huantai, donde alrededor de una docena de vehículos de bomberos intentaban anoche sofocar el fuego.

El suceso se produce diez días después de que dos explosiones en una terminal de contenedores con productos tóxicos del puerto de Tianjin (al Norte de China) causaran 121 muertos, sesenta desaparecidos y más de setecientos heridos.