En la iglesia parroquial de Tejeda despedíamos al inolvidable párroco Luis, al grito del más genuino estilo canario, que Antonio Cruz arrancó de los numerosos fieles que abarrotaban el templo, con, "arriba d'ellos, Luis", respondiendo la asamblea con una cerrada ovación entre lágrimas y sollozos.

Presidió la Eucaristía el Vicario, Hipólito, que hizo un paralelismo de la vida del finado con las palabras del Evangelio del Día de la Asunción de la Virgen: "y María se puso en camino", y nuestro hermano también se puso en camino, después de ser ordenado, allá por el año 1955: entre coadjutorías y parroquias, ejerció su ministerio en Mogán, San Bartolomé de Tirajana, concluyendo su apostolado, en su pueblo natal, Tejeda. El hermano Luis administró los sacramentos, se identificó "haciéndose todo a todos para ganarse a todos", como dice San Pablo, con las necesidades de sus parroquianos, sirviendo como mejor sabía. Concluyó el oficiante, que a pesar de sus inquietudes y desvelos, tuvo también sus contratiempos, dificultades y equivocaciones, pero no lo desanimaron para cumplir con sus deberes.

Fue Luis un hombre reflexivo, breve en sus acertadas respuestas, comunicador, sí, pero evitando siempre los rollos que ahora se estilan. Por otro lado, no me imagino a nuestro paisano, como dignatario eclesiástico o impartiendo clases de teología, porque él nació para cura de pueblo, que era, pues, su carisma. Y por eso, aquel ocho de julio de 2005, en sus bodas de oro sacerdotales, se le reconoció su labor pastoral, concediéndosele por la corporación municipal el título de Hijo Predilecto, premiándosele, además, con la insignia de oro y brillantes. Porque, como añadió su paisano Fermín, "Que Tejeda era el patio de su casa". Y no olvidemos que, dentro de ese cura de pueblo, había un gran aficionado de nuestra Unión Deportiva Las Palmas, que logró recaudar seis mil euros para mantener al equipo en la categoría nacional. Por todo, gracias, querido Luis, ruega por tu pueblo. Y que el Señor consuele a tu fiel hermana María, que tanto se ocupó de ti y a tus sobrinas.