Un antiguo empleado municipal de Telde apareció muerto con varias puñaladas y, según algunas fuentes, amordazado, en la vivienda en la que residía en régimen de alquiler en el barrio de Casas Nuevas. La Policía Nacional intensificó ayer la investigación en busca de pistas en el interior del inmueble en el que residía José Manuel Domínguez, situado en el número 16 de la calle Galileo Galilei, así como en calles aledañas a la iglesia en busca de pistas.

El fallecido vivía solo en la casa en lo alto de un taller mecánico, en un barrio en el que residen otros familiares. Los vecinos coinciden en que era una persona muy tranquila, y en muchos aspectos bohemia. Compartía el edificio con otros vecinos desde hace casi un lustro.

Por eso sorprende la forma en la que murió. El caso se encuentra bajo secreto de sumario, si bien distintas fuentes coinciden en que sufrió varias puñaladas en el pecho. Además, en fuentes no oficiales se habla de que tenía un paño que le tapaba la boca, además de que se encontraba tumbado en el suelo, junto a la cama y ensangrentado. Un familiar declaraba en la Televisión Canaria que podía existir "un ajuste de cuentas", por los signos de violencia que presentaba, aunque todavía las causas están por determinar. Sobre todo, para ello hará falta determinar si pudo también existir un robo.

José Manuel Domínguez tenía 68 años y había trabajado en una empresa privada dedicada a la construcción, y en los últimos años hasta su jubilación en el Ayuntamiento de la localidad. La última pista se le pierde el sábado por la noche cuando regresaba a su vivienda. Fue hallado por una vecina y una amiga el domingo por la mañana.

La Policía Nacional inspeccionaba en la tarde de ayer la vivienda en busca del arma homicida y algunas pruebas, además de tratar de hallar posibles huellas del crimen. Pero también realizó inspecciones oculares en la plaza de la iglesia de San Venancio, emplazada una calle más abajo del domicilio, y en otras adyacentes donde se encuentran el instituto y la escuela infantil, mirando incluso en papeleras, por si encontraban algún tipo de elemento que permita dar con el posible culpable o culpables de esta muerte violenta.

El suceso causó una gran conmoción en el barrio, ya que muchos vecinos no se explicaban ayer cómo pudo pasar algo parecido. Y coinciden en señalar que el hombre llevaba una vida muy tranquila, y que se trata de un barrio apacible.

La autopsia que se le practicaba en el Instituto de Medicina Legal permitirá determinar algunos detalles más de las causas que desembocaron en su fallecimiento y las horas que llevaba sin vida cuando fue encontrado.