La médica del centro de salud de Los Gladiolos que acudió junto a la Policía Nacional a atender a Ana Delia A. M., la mujer de 76 años a la cual su hijo, supuestamente, dejó morir de hambre, en la capital tinerfeña y a quien le prescribía las curas y material para las mismas, mostró su convicción ante la titular del caso de que la anciana fue víctima de malos tratos durante mucho tiempo antes, ya que las heridas que presentaba no se producen en dos días, según adelantó el diario canariasenhora.

La doctora mostró su sorpresa cuando observó que el cadáver de la fallecida presentaba escaras en los hombros, ya que nunca, en sus años de profesión, asegura haber visto nada así. Con su declaración desmonta la coartada del hijo, Ramón A. L., de 39 años, actualmente en prisión provisional, sin fianza, acusado de un presunto delito de homicidio.