Tragedia en el Rally de La Coruña. Un coche participante en la carrera se salió de la vía justo en una curva llena de aficionados. El impacto, brutal, se llevó por delante a una veintena de ellos. Seis no volvieron a levantarse y dieciséis fueron trasladados a dos hospitales coruñeses, la mayoría con lesiones graves. Entre las víctimas, dos mujeres embarazadas, una de ellas de nueve meses -salía de cuentas el lunes-, y un niño de ocho años. Además, hay otros cinco menores ingresados en el Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña. El brutal accidente se produjo a las siete y media de la tarde de ayer cuando el piloto de un Peugeot 206 XS perdió el control de su vehículo y se llevó por delante al público en un tramo curvo de una carretera de Carral, cerca de la iglesia de Paleo.

El choque pone los pelos de punta. En los vídeos difundidos por las redes sociales, se observa como en cuestión de un segundo, el coche llega y se estampa contra una marea de aficionados, generando una intensa nube al arrancar la tierra de la cuneta. En el vehículo iban el piloto Sergio Tabeayo Sande, Risi, y el copiloto Luis Prego Santos, de la escudería Lalín-Deza, de Pontevedra. Al parecer se les descontroló el coche en una curva de derecha, no muy pronunciada, pero a alta velocidad. La rueda delantera entró en la cuneta e hizo girar el vehículo, que quedó mirando hacia el sentido opuesto.

A consecuencia del choque fallecieron seis personas: cuatro mujeres y dos hombres. Al menos tres de ellos son vecinos de Cambre, en la provincia La Coruña. Además, hay dieciséis heridos, ocho en estado de gravedad: cuatro niños y cuatro adultos. De momento, hay tres menores en estado crítico, que han sido trasladados al Hospital Materno Infantil y al Hospital Modelo. Según los testigos, tras el choque se desató un auténtico caos en la zona, con decenas de personas tratando de ayudar a los heridos. Tras conocerse el alcance de la tragedia, los organizadores del rally decidieron suspenderlo. Una vez desalojado el público y evacuados los heridos, la imagen era desoladora. Varios cadáveres permanecían sobre el asfalto y en la cuneta de la carretera, tapados con mantas ensangrentadas, rodeados de los restos del material médico utilizado en los intentos infructuosos de reanimación. Solo restaba que la autoridad judicial ordenase el levantamiento de los cadáveres. El equipo de la Policía Judicial de La Coruña ha asumido la investigación de este siniestro. Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España, transmitió sus condolencias.