Una niña de 11 años se convirtió ayer por la noche en la séptima víctima de la peor tragedia que se ha registrado en España en una prueba de rally. La pequeña falleció en el Hospital Materno Infantil, donde estaba ingresada en la UCI desde que se produjo el siniestro. Aún permanecen otras cinco personas ingresadas: un menor que continúa en estado grave pero estable, un adulto grave y otros tres en planta en estado menos grave.

La Coruña mostró ayer su dolor, el día después de la tragedia de Carral, en la que siete vidas quedaron truncadas: cuatro vecinos de Carral -con la pequeña fallecida ayer- y otros tres de Cambre. De la primera localidad eran Sandra María Ares, de 37 años: su hija de 14, Aroa Manteiga, cuyo hermano resultó herido en el atropello. De Carral era Marcos Prego, de 35, que estaba casado y tenía un hijo, herido también en el accidente.

En el municipio de Cambre residían Laura Dubra, de 20 años y vecina de Anceis; Miguel Caridad, el nieto del enterrador de la localidad, que hoy habría cumplido 24 años, y su pareja, Ana Cayazzo, de 22, quienes estaban a punto de ser padres de una niña que se hubiese llamado Candela.

Al cierre de esta edición permanecían hospitalizados cinco heridos, uno de ellos es un niño que se encuentra en estado crítico en la UCI del Materno Infantil de La Coruña. También estaban hospitalizados cuatro adultos, uno de ellos en cuidados intensivos, en estado muy grave. A lo largo de la noche del sábado y ayer domingo recibieron el alta diez personas. Los heridos recibieron la visita, ayer, del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.

En cuanto al conductor del coche que causó la tragedia, Sergio Tabeayo, Risi, "está destrozado", según el alcalde de Carral, José Luis Fernández Mouriño. El regidor aseguró que el joven "no se acuerda de nada", que sabe que perdió el control del vehículo y nada más y que no supo qué había pasado "hasta que bajó del coche". El joven, que pilotaba un Peugeot 206, dio negativo en las pruebas de alcohol y drogas. "Lo que quiere es desaparecer", relató el alcalde.

Los vecinos de Carral y Cambre buscaron consuelo ayer en sus plazas, con cinco minutos de silencio y una declaración institucional en la que los regidores, Óscar García Patiño y José Luis Fernández Mouriño, mostraron su apoyo a las familias. Recordaron a las víctimas mortales y a los heridos, pero también a los que llorarán la pérdida.

Carral se vistió de luto. Se apagaron las luces de la fiesta y los vecinos compartieron su dolor en la plaza del Concello para guardar cinco minutos de silencio que acabaron en un aplauso. Un aplauso de despedida a las víctimas del Rally de La Coruña y de apoyo al piloto que protagonizó el accidente mortal. Los tres fallecidos de Carral el pasado sábado serán enterrados hoy, lunes.

Fueron decenas de vecinos los que ayer visitaron el lugar del accidente y recorrían la recta hacia arriba y hacia abajo para intentar comprender cómo se había producido el siniestro. "No se puede pensar", decía un vecino que se salvó de ser arrollado por el coche porque se paró a escasos metros. "Yo estaba ahí, metido entre los árboles", decía todavía afectado por el horror vivido.

Algunos de los testigos denunciaron que los servicios de emergencias habían tardado en llegar a la zona unos veinte minutos, aunque la Guardia Civil estima que el resultado "no variaría" de haber sido menor la espera.

En Cambre, unas doscientas personas despidieron ante el Ayuntamiento a los fallecidos del municipio. El alcalde, Óscar García Patiño, leyó un manifiesto para trasladar en nombre de todos los cambreses sus condolencias y su "profundo pesar, solidaridad y apoyo a los familiares de las víctimas", así como su "afecto" a los heridos, a quienes deseó una pronta recuperación. Las tres víctimas serán enterradas hoy.

La noticia del fallecimiento de los tres jóvenes cambreses sacudió el sábado al municipio. Parte de la gran pandilla de amigos de la pareja fallecida se había acercado a Carral, que estaba en fiestas, y sufrieron momentos de gran preocupación y nerviosismo en el tiempo transcurrido desde que se conoció la noticia hasta que se supo con certeza la identidad de las víctimas. Varios jóvenes llegaron a desplazarse hasta el hospital para comprobar si algún allegado se encontraba entre las víctimas.