El presunto autor de la muerte de la peregrina Denise Pikka Thiem vuelve a dar un giro en su declaración. Después de que el pasado lunes Miguel Ángel Múñoz se declarase inocente del fallecimiento de esta mujer estadounidense, ayer manifestó que tras acompañar a Denise en un tramo del Camino de Santiago la golpeó aunque fue una piedra con la que se golpeó la que le causó la muerte.

Denise Pikka Thiem sufrió una muerte violenta. No cabe duda alguna. Más aún después de la declaración de Miguel Ángel Muñoz, que tras diez horas de interrogatorios sucumbió a la presión y confesó que el pasado 6 de abril acabó con la vida de la peregrina. Y lo hizo tras acompañarla durante un tramo del Camino.

Posteriormente, según su versión, cogió un palo con el que golpeó a Denise, que se desplomó al suelo y chocó con la cabeza contra una piedra. "Al caer se dio un batacazo contra una piedra y falleció", aseguró, según recoge El Mundo.

Luego la desnudó. En principio no consta que hubiese una agresión sexual, a pesar de que el móvil de carácter sexual cobra fuerza a medida que avanza la práctica de nuevas diligencias. Luego, el imputado enterró a la mujer de 41 años en uno de los terrenos de su finca, el mismo en el que a última hora de este viernes agentes de la policía localizaron restos humanos de Denise Pikka, desaparecida desde el 5 de abril en Astorga (León).

El presunto autor del crimen ingresó la tarde de ayer en la prisión de Villahierro, en Mansilla de las Mulas. El ingreso en prisión se retrasó casi un día porque el detenido participó en la reconstrucción del crimen y en el registro de su vivienda, que fue ordenado por la jueza que instruye el caso.

Por otro lado, la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) denunció ayer que "la descoordinación" y los "celos" entre el instituto armado y la Policía Nacional retrasaron el hallazgo del cadáver de la peregrina.

La AUGC expuso en un comunicado que el 27 de abril, 22 días después de la desaparición, las indagaciones de agentes de la Guardia Civil permitieron concluir "que el máximo sospechoso de los hechos era el ahora detenido". Pero, según la asociación, cuando el Grupo Cinológico de la Guardia Civil rastreaba con sus perros las inmediaciones de la finca donde se encontraban los restos de la mujer, el comisario de la policía de Astorga le recordó que era una demarcación de la Policía Nacional y no de la Guardia Civil.

La AUGC, que reclama la fusión de la Guardia Civil y Policía Nacional, recalcó que el retraso en el esclarecimiento del caso se debe a la competencia entre distintos cuerpos policiales "por defender sus respectivas demarcaciones y atribuirse el mérito en la resolución de los casos".