Miguel Ángel Muñoz Blas, el criminal del Camino, cortó las manos al cadáver de la peregrina estadounidense Denise Pikka Thiem con una sierra para dificultar la identificación del cuerpo, localizado el pasado viernes por la noche en una finca propiedad del detenido en las cercanías de la localidad leonesa de Castrillo de los Polvazares.

La herramienta podría ser la misma en la que los investigadores localizaron la pasada semana restos de ADN de la mujer, lo que precipitó la búsqueda y detención de Muñoz. Ya era el principal sospechoso desde que, hace más de cinco meses, se perdió el rastro de la peregrina cuando hacía el Camino de Santiago en las inmediaciones de la cabaña en la que residía este madrileño de 39 años, afincado en la Maragatería y encarcelado el martes en la prisión de Mansilla de la Mulas.

Los investigadores centraron ayer la búsqueda de las extremidades de Thiem en una fosa séptica de la parcela de Muñoz. Según diversas informaciones, encontraron restos óseos que podrían ser de las manos. El desmembramiento del cadáver complica la estrategia de la defensa, basada en probar que fue un homicidio involuntario.

"Vi llegar a la peregrina. Iba sola. Salí a su camino para encontrármela. Me dijo que se había perdido. Empecé a hablar con Denise, pero en un momento dado desconfió de mí. Entonces le di un golpe en la cabeza con un palo y al caer al suelo su cabeza impactó con una piedra. Sangraba mucho. Me incliné a ver cómo estaba. Le miré el pulso. Estaba muerta. La desnudé y la enterré. Después, la desenterré y la tiré a los matorrales". Esta fue la confesión de Muñoz ante la juez de Astorga durante la declaración voluntaria de la noche del lunes, realizada después de que a mediodía hubiera asegurado que se encontró el cadáver en su finca y que no dio cuenta del hallazgo por miedo a ser acusado. La autopsia realizada a la peregrina confirma que su muerte fue violenta.

El cadáver presenta un fuerte golpe en la cabeza. El abogado de Muñoz precisó que, tras comprobar que la mujer estaba muerta, su defendido trasladó el cadáver por un paraje inhóspito durante más de dos horas y que luego lo enterró en una zona "con muchos agujeros, debido a la presencia de jabalíes".

Miguel Ángel Muñoz fue detenido a primera hora del viernes en Grandas de Salime, tras huir de la Maragatería por el gran dispositivo policial de búsqueda. El asesino confeso llegó a la localidad después de haber recorrido a pie desde el lunes anterior la ruta primitiva del Camino de Santiago desde Oviedo. Los registros en su finca han permitido conocer que contaba con un notable dispositivo para confundir y atacar a los peregrinos. Pintaba señales amarillas falsas, pero similares a las jacobeas, con el objetivo de sacarlos del Camino y atraerlos a su finca, donde había instalado dos miradores elevados para seguir sus pasos con la ayuda de unos prismáticos.

Muñoz está "muy arrepentido" y pide "disculpas" por "el perjuicio que causó con su comportamiento" a la familia de Denise Pikka Thiem. Estos mensajes de Muñoz fueron trasladados ayer a los medios de comunicación por su abogado, Vicente Prieto. "Me pidió que traslade a la familia de Denise su mayor arrepentimiento y su solicitud de perdón y que nunca fue su intención matarla", subrayó el letrado.