La Policía Nacional e Inspección de Trabajo desarticularon una red dedicada a vender permisos de residencia a inmigrantes y a cobrar subsidios a través de empresas ficticias con un desfalco de 700.000 euros, en una operación que se salda desde julio con 75 detenidos y 32 imputados. Los agentes pudieron comprobar que las referidas empresas se habían creado de forma ficticia, con la única finalidad de contratar virtualmente a trabajadores.