La abogada Rosario Porto, acusada de matar a su hija Asunta Basterra en un plan que habría urdido con el padre de la niña y su otrora marido y también imputado Alfonso Basterra, está "con fuerzas" para afrontar la vista oral por la muerte de la niña, hallada sin vida el 22 de septiembre de 2013.

El penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, que se ocupa de la defensa de esta mujer, manifestó ayer, una vez constituido el jurado, que su patrocinada se encuentra con fuerza, aunque "con esfuerzo", y confesó que ambos tienen una preocupación lógica ante la "influencia" en quienes han de juzgar de "las noticias, de los comentarios y de las tertulias".

Si ayer martes no acudió a la capital gallega Rosario Porto es por consejo suyo, porque "van a ser muchas conducciones desde la cárcel de Teixeiro en la que está interna, al igual que Alfonso Basterra, y son agotadoras, de modo que cuantas menos tenga que hacer, pues mejor", apuntó Aranguren. No obstante, el letrado avanzó que su clienta sí estará hoy cuando se verán las alegaciones previas.

Por otro lado, cinco hombres y cuatro mujeres conforman el jurado popular que juzgará la muerte violenta de la niña Asunta Basterra Porto, por la que sus padres, los únicos imputados en el caso, se enfrentan a hasta veinte años de prisión.

El jurado fue elegido ayer en la primera jornada de esta larga vista oral, y en este acto, que se prolongó durante más de cuatro horas, las partes han rechazado a cuatro posibles candidatos a conformar el jurado.

Tres han sido descartados por la defensa de los acusados, que ejercen los abogados José Luis Gutiérrez Aranguren, en representación de la madre de la niña, Rosario Porto; y Belén Hospido, que defiende al padre, Alfonso Basterra. La otra recusación la ha formulado el representante del ministerio fiscal, Jorge Fernández de Aránguiz.

El jurado también recibió información sobre el desarrollo del proceso, durante el cual no podrán hablar ni con los abogados del caso ni con los más de cien periodistas acreditados para cubrir este juicio, que se prolongará, en principio, hasta el próximo 21 de octubre.

El penalista José Luis Gutiérrez, a su salida y en declaraciones a los medios de comunicación, admitió estar satisfecho con la selección de los miembros de este jurado, ya que confía "en los ciudadanos y en el sentido común".

El letrado explicó las recusaciones empleadas por la defensa, puesto que se trataba de personas en las que "no había condiciones de objetividad e imparcialidad", y, por lo tanto, se daban "causas legales" para la impugnación. En este sentido, señaló que hubo "dos personas", por ejemplo, que en el momento de cubrir el cuestionario "ponían que no tenían ningún tipo de prejuicio y opinión formada y era incierto". Aranguren señaló su convicción acerca de la tarea que ha de desempeñar el jurado popular, y ello a pesar de que "temía que hubiese gente que estuviese influenciada por la información excesiva en torno a este caso".