La Guardia Civil desmanteló tres organizaciones a las que se considera responsables de estafar unos 220.000 euros a más de 200 clientes de prostíbulos del Arenal de Palma y Llucmajor en una operación en la que fueron detenidas 30 personas. La mayoría de las víctimas son turistas alemanes, holandeses, suecos y británicos a quienes sustraían sus tarjetas bancarias para cargarles gastos.