Un niño de 11 años residente en Tennessee (EEUU) discutió con su vecina, una niña de 8, el pasado sábado, tras lo cual se retiró a casa, cogió la escopeta de su padre y le disparó causándole la muerte, según publicó el Washington Post.

El rotativo washingtoniano cita al alguacil del condado de Jefferson (donde sucedieron los hechos), Bud McCoig, quien explicó que el niño ha sido acusado de asesinato en primer grado y trasladado a un centro de menores.

Cada uno de los niños tenía un perro pequeño y el niño de 11 años pidió a la niña que le enseñase el suyo, a lo que ésta se negó, ante lo que él se retiró a casa a por la escopeta de su padre. Sin salir de casa, el niño disparó a través de la ventana con la escopeta de calibre 12 contra su vecina, que se encontraba de pie en el jardín de su casa. Según el alguacil, la escopeta, perteneciente al padre del niño, se encontraba en un armario de la casa sin cerrojo.

Este trágico episodio tuvo lugar sólo dos días después de que el jueves muriesen diez personas, entre ellas el autor de los disparos, en el último tiroteo masivo de Estados Unidos, producido en un centro de estudios superiores del estado de Oregón.

El tiroteo ha reabierto el debate en EEUU sobre la regulación del derecho constitucional a poseer y portar armas, y la precandidata demócrata a la Presidencia Hillary Clinton propuso hoy nuevas medidas para aumentar el control sobre la adquisición de armas en el país, entre ellas permitir que las víctimas de la violencia armada demanden a los fabricantes de armas.

Clinton, que anunció su plan en un mitin electoral en Nuevo Hampshire, abogó por aplicar órdenes ejecutivas, si llega a la Casa Blanca en las elecciones de 2016, para acabar con los vacíos legales existentes sobre el hecho de mostrar armas en público.