La madre del menor desaparecido hace cuatro meses en Gran Canaria, Eugenia B., sigue a la espera de las pruebas de identificación genética para saber si el esqueleto hallado el pasado viernes en Tasarte se corresponde con su hijo.

La mujer, desesperada por la situación, acudió al Instituto de Medicina Legal de Las Palmas, la Guardia Civil y el Juzgado de Guía que investiga la desaparición, pero en ninguno de esos tres sitios le dieron una respuesta satisfactoria y la emplazaron a que volviera después del puente del Pilar.

Eugenia lamenta que ningún portavoz policial o judicial le haya explicado los detalles de la investigación, que está bajo secreto de sumario, pues los primeros indicios apuntan a que la ropa y los huesos encontrados podrían ser los de su hijo, David. "Me han respondido que me busque un psicólogo si estoy loca", se queja.