El conductor de un taxi del municipio tinerfeño de Granadilla de Abona, identificado como E. D. B., de 67 años, quedó imputado por el Equipo de Atestados de la Guardia Civil de Tráfico del destacamento de Granadilla de Abona, acusado de los supuestos delitos de homicidio imprudente y otro contra la seguridad vial. Esta persona, cuando fue atendida por el Servicio de Urgencias Canario (SUC), ya que presentaba un traumatismo de carácter leve, rechazó ser trasladada a un centro sanitario.

El taxista sufrió el pasado sábado un accidente de tráfico en el que falleció una turista de 60 años, de nacionalidad británica, identificada como O. M. E. Ch., que sufrió una parada cardiorrespiratoria de la que logró ser recuperada y que fue evacuada al hospital Nuestra Señora de la Candelaria, donde falleció.

El siniestro tuvo lugar en la autovía TF-1 al colisionar el citado vehículo contra una guagua. En el taxi viajaban tres personas, el imputado, que resultó ileso, y otras tres personas más, entre ellas la fallecida, otra que resultó herida grave, un varón de 64 años, también de nacionalidad británica, y una ilesa.

Los bomberos tuvieron que liberar a los dos afectados de nacionalidad británica que habían quedados atrapados en el taxi.

Cuando la Guardia Civil de Tráfico llegó al lugar iniciaron las diligencias, entre ellas las pruebas de impregnación alcohólica, que arrojaron resultado positivo, al parecer 0,57 miligramos de aire por litro espirado. Fue por estos hechos por los que acabó finalmente imputado.