¿Estaba o no estaba el portátil de Alfonso Basterra en su piso? Para los agentes que practicaron dos registros en su domicilio, no. De hecho, el aparato permaneció, según la instrucción, tres meses desaparecido, hasta que se halló en la vivienda en un tercer registro, a fines de diciembre de 2013.

El acusado defiende que el dispositivo "nunca" se movió de su casa. Y ayer sus dos hermanos, José María y Rosa, que declararon por videoconferencia en la última jornada de testificales del juicio por la muerte de Asunta, corroboraron su declaración al asegurar que, al volver de las exequias de la niña, el aparato estaba en el domicilio, a la vista, y que de hecho les pareció "llamativo" que los guardias civiles no se lo llevaran.

También proclamaron que "nunca nadie" les había pedido que lo escondieran o manipularan. Según la hermana, al ver que no se lo llevaban en el segundo registro, lo dejó a la vista para que lo encontrasen.

El letrado de Porto convocó a varios testigos para perfilar una relación "normal" entre madre e hija y constatar que la progenitora lloraba la pérdida de una niña para la que tenía planes. "Los dos, preocupadísimos siempre por su hija", dijo Karen, profesora que impartió inglés a Asunta, y era amiga de los padres, "sobre todo de Rosario", y que llegó a comer con ellos alguna Navidad.

La mujer declaró que Porto quería llevar a la niña de "intercambio a Estados Unidos, Inglaterra o Canadá". A Rosario, tras el divorcio, la vio "más segura, porque estaba organizando su vida laboral, su vida con Asunta, con planes de reestructurar su piso... Más orientada", argumentó.

El director de la cárcel de Teixeiro, Carlos García, se encontró con una persona "hundida, un llanto continuo", que además sentía necesidad de describir su vida con Asunta. "Quería hablarnos de su hija, de lo que compartía con ella, de sus proyectos", indicó. El director desconocía que Porto estaba en tratamiento por depresión. A la reclusa se le cursó un "parte disciplinario" porque tenía "determinada medicación que era la que tenía pautada, pero que no la había tomado" durante "un cacheo que se practica en su celda".

El penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, defensor de Rosario Porto, señaló ayer que esta es la semana "fundamental" del juicio, con el inicio, ayer, de las pruebas periciales. En declaraciones a los periodistas, el letrado advirtió de que, aunque no se pueda considerar "exactamente" que esta vista oral que ya ha alcanzado su ecuador comience hoy, "casi" es así.

Aranguren subrayó que las pruebas periciales arrojaran "más luz" sobre el hecho que se juzga, ya que hasta el momento el "juicio se está centrando en aspectos absolutamente colaterales" y en opiniones "personalísimas" sobre cómo es Rosario o cómo lleva su duelo, aspectos que, según dijo, "nada tienen que ver con el asesinato, que es lo que aquí nos convoca estos días", El penalista dijo, que, a pesar de llevar "dos semanas consumidas", todavía no apareció prueba de cargo alguna y solo se han podido ver "opiniones".