Un juzgado de La Laguna investiga el supuesto envenenamiento de una niña de dos años que ingresó en estado de coma, después de ingerir un fármaco, tras una visita en el turno que le correspondía a su madre, de nacionalidad rumana, ya que ambos progenitores están separados y es el padre quien tiene la guardia y custodia, según pudo saber este periódico en fuentes próximas al caso.

La menor, que se recupera en planta, manifestó a preguntas de los facultativos que su madre le había dado "unas pastillitas". La sorpresa entre los médicos fue mayúscula cuando la mujer se presentó en la habitación de la niña y al verla consciente le manifestó: "¿Todavía no te has muerto"? A raíz de estos hechos, la madre tiene restringido el acceso a la habitación donde se encuentra ingresada la menor.

Uno de los forenses adscrito al Juzgado de Instrucción de Guardia de La Laguna se personó en el Hospital Universitario de Canarias (HUC), donde se encuentra ingresada la pequeña, con el fin de tomar unas muestras toxicológicas y realizar una analítica a la menor.

Fue la madre la madre de la niña la persona que la recogió en la plaza del Cristo por corresponderle la visita. El padre, por precaución, porque ella lo ha denunciado en falso varias veces, se hizo acompañar de varios testigos al tiempo que sacaba fotos y grababa en vídeo a la niña minutos antes de la entrega. Sobre las 16:30 horas se presentó en el Hospital Universitario de Canarias (HUC) con la niña desmayada y en muy mal estado físico afirmando que el padre se la había entregado así y que "creía que le había dado algún medicamento. Inmediatamente la niña ingresó en la UCI pediátrica.

Se temió por su vida

La madre, entonces, llamó al padre y le dijo que fuese al hospital puesto que la niña estaba muy mal. A las preguntas del padre no le dice lo que ha pasado, sino que acuda al centro médico urgentemente ya que la menor está muy mal y teme por su vida. Cuando el progenitor llega la madre se había ausentado y son los médicos quienes manifiestan que le han administrado un medicamento o sustancia que le ha provocado entrar en coma.

El caso de esta niña no pasaría de ser uno más de una supuesta intoxicación, si no es por el hecho de que la medicación que se le administró es al parecer, una derivado del Orfidal y que la pequeña tomó en cantidades no admisibles para una niña de esta edad y peso.

Además, presenta otras serie de connotaciones como es el hecho de que ambos padres se han denunciado mutuamente aunque es el varón el que tiene la guardia y custodia. Personas allegadas a ambos y conocedoras de la situación manifestaron que todo el problema radicaría en que el padre tiene intención de llevarse a la niña a Córdoba, donde ha encontrado trabajo y vive su actual pareja. Esta situación parece que no ha gustado a la madre de la niña, que además tiene otros niño, un varón, de una relación anterior.

Para no incumplir el régimen de visitas dejó a su hija a cargo de los abuelos paternos, ya que tenía intención de viajar a Córdoba. Cuando esta se presentó a recoger a la niña ya no la retornó. Cuando el padre regresa a la Isla y pide que le entregue a su hija se niega. Es sorprendente además que esta mujer ya había perdido la custodia de un hijo, fruto de una relación anterior (pasó a un centro de acogida) pidiese una modificación de medidas para obtener la custodia de la niña.

En el transcurso de las denuncias mutuas la mujer acusó falsamente a su exmarido de maltratar a sus hijos lo que le provocó continuos roces con la policía a la que tuvo que denunciar en los juzgados dado el acoso al que fue sometido.

El padre aún no ha formulado denuncia ya que se mantiene al pie de la cama al lado de su hija, dado el estado de la pequeña, aunque ya ha puesto el caso en manos de la letrada Nereida Salinas que se hará cargo del caso, una vez la menor se encuentre mejor.