"Mercedes era un encanto, una mujer y madre maravillosa. Siendo así, qué pena que ella muera de esta manera y a manos de su hijo", destacó un hombre que residió durante cuatro años en una vivienda cercana a la mujer de 86 años, residente en la calle Monteverde, en el barrio de El Álamo, que murió presuntamente por los puñetazos de su hijo Juan Carlos S. D.

Este vecino, que prefirió conservar el anonimato, destacó que ella era un ejemplo "de mujer sufridora durante toda su vida, tanto como esposa como madre. Muchas cosas ha tenido que aguantar, así como situaciones que llevar a adelante. Varias veces yo la llevaba, o ella me decía que había ido al ambulatorio para recoger metadona para el tratamiento de sus hijos. Ella era diabética y tenía problemas de la salud propios de su edad. Pero no estaba encamada. Era viuda desde hacía muchos años".

"Ella era también amable y atenta con los demás, como por ejemplo con nosotros. A veces me ofrecía algún plato de comida que había hecho, como sopa. Era maravillosa, y él algo violento", agregó.

Por su parte, otro vecino de la misma calle manifestó: "Nosotros no teníamos apenas trato con esta familia. Lo que sí sé es que ella era una mujer estupenda, como me comentaron. A pesar de algunas circunstancias familiares, una muerte de este tipo, al parecer por parte de uno de sus hijos, no me esperaba que ocurriese aquí. Todo esto es muy fuerte. Este triste suceso me lo contó mi mujer".

Por otra parte, este inmueble en el que sucedió la trágica muerte de esta mujer octogenaria era un lugar muy conocido por los vecinos del barrio y, al mismo tiempo, al que se acudía con mucha frecuencia, ya que uno de sus hijos, Antonio S. D., regentaba allí una panadería.

"Pero tuvo que dejar la panadería y cerrarla por sus problemas de salud. Por la diabetes tuvieron que amputarle los pies y está ingresado actualmente en una clínica de la capital", explicó otro vecino de El Álamo, que añadió: "Antonio trataba muy bien a su madre. Vaya disgusto que habrá sido para él saber de este triste final. Qué lástima".

En relación con la atención y cuidados a la mujer encontrada muerta ayer, un taxista indicó que "también una vecina de Mercedes se preocupaba por ello. La ayudaba a bajar del taxi, por ejemplo; le recordaba la medicación que tenía que tomar; o en relación con la comida".

Este suceso ocurrido en la calle Monteverde fue motivo de conversación, así como de sorpresa para los vecinos de Teror. Muchos no daban crédito a los hechos. "Me he quedado frío, sorprendido, de que un hijo mate a su madre, y que eso haya pasado aquí, en Teror", afirmó un trabajador de una administración de lotería.

"Sé que ha ocurrido algo de una muerte, pero no sé exactamente dónde fue, ni cómo", manifestó un trabajador en la calle Real de la plaza. El exalcalde de la Villa, Juan de Dios Ramos, estaba sorprendido al saber de esta trágica noticia sobre las seis de la tarde de ayer. "No sabía nada de ese crimen. Vaya. Uno de los hijos trabajó en Fuente Agria [en la empresa de Aguas de Teror]. Ella era una buena persona".