Operaban con mulas para traer del extranjero la droga y luego la redistribuían por el mercado local usando vendedores a pequeña escala. La Policía Nacional detiene a diez narcotraficantes residentes en Las Palmas de Gran Canaria y Vecindario (Santa Lucía de Tirajana) que introducían heroína y cocaína procedentes de distintos países, empleando correos humanos que ocultaban en su cuerpo la droga para tratar de esquivar los controles en los aeropuertos.

La organización, de raíces africanas, estaba formada por nueve hombres y una mujer de edades comprendidas entre los 30 y los 44 años y con antecedentes policiales.

La multinacional de la droga variaba la ruta y el vuelo que usaban sus correos humanos, con el objetivo de evitar su detección, según la Policía Nacional. A pesar de todo, los agentes interceptaron un envío a Gran Canaria de más de un kilo de heroína procedente de Tanzania. Esta cantidad se sumaba a la descubierta hace un año, tras detenerse a una persona que portaba en el interior de su organismo 500 gramos de cocaína y que dio origen a esta amplia investigación.

"El grupo estaba basado en una clara jerarquía y delimitación de funciones que les llevaba a planificar cuidadosamente sus acciones. La organización contaba con infraestructura en diferentes países desde donde les preparaban los envíos", según la Jefatura Superior de Policía de Canarias, quien resalta que la organización movía grandes cantidades de droga, que luego distribuía entre traficantes locales que venden al menudeo.

Sin embargo, en la redada que permitió la detención de este grupo de narcos se les halló en distintas viviendas de la capital y Vecindario 2,5 kilogramos de heroína, 1,1 kilogramos de cocaína y 900 gramos de sustancia de corte.

Los diez componentes ingresaron en prisión como presuntos autores de un delito contra la salud pública. Además, según la misma fuente, se da por desarticulada esta organización criminal.