La Audiencia de Pontevedra condenó a cuatro años y seis meses de prisión a una joven toxicómana por drogar de forma continuada a su hija, que cuando se descubrieron los hechos apenas tenía año y medio, y suministrar metadona al bebé de cinco meses de una amiga, a la que alojaba en su casa. Una condena sustancialmente inferior a la que solicitaba la fiscalía para Eva R. D: 20 años de prisión, siete por un delito contra la salud pública y tres por otro de lesiones.