El Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil detuvieron a un total de 19 personas en dos operaciones realizadas tanto en Gran Canaria como en Fuerteventura. Todos ellos están acusados de cometer un delito contra la propiedad intelectual por la venta de artículos falsificados.

La Policía arrestó a doce personas, varias de ellas con antecedentes, a las que se acusa de vender prendas y complementos falsificados en el sur de Gran Canaria, tras haberse incautado de 6.165 artículos falsos en la inspección que realizó a once establecimientos, como indicaron ayer la Jefatura Superior de Policía de Canarias y la Agencia Tributaria, que señalaron también que los efectos intervenidos supondrían un perjuicio económico superior a los dos millones de euros para las marcas afectadas.

La investigación se inició por las denuncias interpuestas por representantes de las marcas, que confluyeron con información previa obtenida por la Agencia Tributaria en controles aduaneros realizados en el puerto de las Palmas. Las prendas eran vendidas en establecimientos ubicados en centros comerciales del sur de la isla y los clientes, principalmente turistas, compraban productos convencidos de que se trataba de prendas originales, ya que los detenidos las vendían a un precio muy similar.

Por otro lado, en Fuerteventura, miembros de la Patrulla Fiscal y de Fronteras de la Guardia Civil arrestaron el pasado día diez de noviembre a siete personas, de nacionalidad extranjera, con edades de entre 28 y 54 años, por realizar presuntamente la venta de numerosas gorras, relojes y polos de origen falsificado en un mercadillo de la localidad majorera de El Castillo, en el municipio de Antigua.

Tras la presentación de varias denuncias por parte de abogados de representantes de varias marcas conocidas, los agentes del instituto armado iniciaron la toma de pesquisas, en especial, en el mencionado mercadillo.

Finalmente, los guardia civiles intervinieron en el lugar 1.083 relojes, 170 polos y 784 gorras con logotipos de distintas marcas. Todos estos artículos falsificados hubieran alcanzado un valor económico en el mercado de 3.382.342 euros.