Las autoridades lusas investigan en un convento de la localidad de Vila Nova de Famalicao, en el norte del país, donde un cura y tres monjas son sospechosos de agredir y esclavizar a varias novicias en los últimos diez años. El caso fue confirmado por la archidiócesis de Braga, a la que pertenece la Fraternidad Cristo Joven, la comunidad religiosa bajo investigación, que es ultraconservadora, pues no permite la entrada de mujeres que vistan pantalón.