El presidente y fundador del grupo Eulen y Bodegas Vega Sicilia, David Álvarez Díez, falleció ayer jueves, día 26 de noviembre, en Madrid a los 88 años de edad. El entierro tendrá lugar en la más estricta intimidad. La compañía indicó que la familia informará oportunamente del lugar y la fecha de la celebración de la misa funeral.

A este empresario nunca le faltó éxito en los negocios ni riqueza, aunque el litigio que mantuvo con cinco de sus siete hijos por el patrimonio familiar le amargó los últimos años de su vida. Tras su desaparición, tanto sus empresas como sus vástagos quedan divididos. Una herencia huérfana y con interrogante.

En los últimos años, el patriarca estuvo enfrentado a sus cinco hijos díscolos por el control del patrimonio familiar. Este verano, el Tribunal Supremo desestimaba el recurso presentado por sus vástagos y devolvía a David Álvarez el control de Vega Sicilia.

A principios de 2013, el empresario, casado en terceras nupcias, constituyó junto a su hija María José una sociedad para controlar el 60% de la compañía y frenar los planes de sus cinco hijos rebeldes -Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo- de hacerse en el futuro con el control de Eulen.

Además del apoyo de su hija María José, el presidente de Eulen ha contado en los últimos años con el respaldo de su hijo Jesús David, al tiempo que los hijos díscolos no han dejado de buscar una solución al conflicto familiar, con varios acercamientos a su padre, que han sido infructuosos.

David Álvarez Díez, considerado uno de los grandes empresarios de este país, recientemente había recibido la Gran Cruz del Mérito Civil, otorgado por el Gobierno de España, y el Marquesado de Crémenes, por Su Majestad el Rey Juan Carlos I, además de ostentar desde 1999 la Medalla de Oro al Trabajo.

En su afán por promover el arte y la educación, ocupó la presidencia del Patronato de la Fundación Colegio Internacional Peñacorada, así como de la Fundación Instituto Bíblico y Oriental.

Sus inquietudes filantrópicas le llevaron a contribuir económicamente con proyectos como la Fundación Atapuerca, la Fundación Colegio Libre de Eméritos, Museo Guggenheim, Asociación Colección de Arte Contemporáneo, Fundación Colegio Internacional Peñacorada y la Fundación Instituto Bíblico y Oriental.

Aunque nació en Crémenes, en la provincia de León, se trasladó muy niño con su familia a Bilbao, ciudad en la que inició su actividad empresarial con la fundación, hace más de 60 años, de una academia de preparación para escuelas técnicas.

En 1962, constituyó el que fue el germen del grupo Eulen, la empresa Central de Limpiezas El Sol, con la que dignificó una actividad entonces marginada e inmersa en la economía sumergida, según la misma fuente.

En la actualidad, el grupo engloba servicios de limpieza, mantenimiento, trabajo temporal, seguridad o auxiliares, entre otros, y emplea a más de 84.000 personas en España Portugal, Estados Unidos, Colombia, Costa Rica, Chile, Jamaica, México, Panamá, Perú, República Dominicana, Libia, Omán y Qatar.

Álvarez Díez también fundó El Enebro, sociedad patrimonial en la que también participan algunos de sus hijos y que, entre otros activos, integra las Bodegas del Grupo Vega Sicilia. Además, fue el presidente del consejo de administración de Neal y Valles del Esla, sociedades íntegramente propiedad del grupo familiar dedicadas a la producción cárnica en León.