El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, volvió ayer a pedir que se limite el acceso a las armas tras el tiroteo del viernes en una clínica de abortos de Colorado, que se saldó con tres muertos y nueve heridos. El agresor, de 57 años, está en custodia policial después de mantener en vilo a todo el país al atrincherarse armado con un rifle de asalto durante cinco horas en un centro de planificación familiar de Colorado.