Guillermo Hernández, acusado de matar a su pareja María Zulay Lorenzo en enero de 2014 en el municipio tinerfeño de Arona, confesó ayer lunes el crimen en la primera sesión del juicio por asesinato. Hernández reconoció en su declaración haber matado a Zulay con un cuchillo de cocina, después de haber tenido una discusión en su vivienda.

Los hechos que se juzgan tuvieron lugar en enero de 2014, cuando Guillermo Hernández se precipitó al vacío desde la azotea de su vivienda que compartía con su pareja en Guaza, quedando en estado crítico. Lo que en un primer momento se pensó que era solo una tentativa de suicidio se convirtió en el primer asesinato machista del año pasado en el archipiélago canario.

Una vecina, alertada por los ladridos del perro de Zulay, avisó de inmediato a la Guardia Civil que al entrar en la vivienda se encontró con el cuerpo de la víctima ensangrentado en el suelo de la habitación.

La primera jornada del procedimiento judicial que se celebró en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife comenzó con la lectura del escrito de acusación, que poco después ratificó Guillermo Hernández en su posterior declaración.

El acusado afirmó que tras llegar a su vivienda después de pasar una noche de fiesta, tuvo una discusión con la que entonces era su pareja, Zulay Lorenzo. El acusado apuntó, en respuesta a las preguntas de la representante del Ministerio Fiscal, que cogió un cuchillo verde que se encontraba en la mesa de la cocina y que tras dirigirse a la habitación "obviamente acabé con la vida de mi expareja".

"No me explicaba lo que acababa de cometer, me vino a la cabeza y me tiré por la ventana", declaró el autor confeso del asesinato de Zulay, que en el momento de su muerte tenía 38 años y dos hijos de 13 y 18 años de una relación anterior.

De esta manera, el acusado por la muerte de Zulay Lorenzo reconoció los hechos tal y como habían sido leídos en la sala por el secretario judicial.

Ante esta declaración, tanto la Fiscalía, como los abogados de la acusación y la defensa, renunciaron a las declaraciones de todos los testigos, guardias civiles, peritos y médicos forenses que estaban previstos en este procedimiento judicial.

Asimismo, la Fiscalía y la acusación particular, que en un principio solicitaban 25 años de cárcel por un delito de asesinato con los agravantes de alevosía y ensañamiento, después de la confesión del acusado rebajaron la pena a 18 años de prisión y eliminaron el ensañamiento.

Por su parte, la Defensa que en el inicio del juicio pedía la libre absolución de su defendido, tras la declaración de Guillermo Hernández, se adhirió a lo que solicitaban el Ministerio Público y la acusación particular.

El abogado defensor, Iván Canino, solicitó al jurado que se concentrara en los hechos "y no en lo que nos hacen sentir". Ante la confesión de Hernández, el letrado manifestó que "ese acto de constricción tiene que ser tenido en cuenta" y pidió al jurado que se mantuvieran imparciales. El proceso continúa hoy martes con la lectura de las conclusiones de la partes.